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Mensaje a la iglesia de Sardis


Apocalipsis 3:1-3 Explicación del Mensaje a la Iglesia de Sardis

Mensaje a la iglesia de Sardis, Yo conozco tus obras, tienes nombre de que vives y estas muerto

Apocalipsis 3:1-3, Mensaje a la iglesia en Sardis


Más de seiscientos años antes de que se escribiera esta carta, Sardis había sido la capital del reino de Lidia, siendo una de las mayores ciudades del mundo antiguo. Además, la estratégica posición que ocupaba le había convertido en una activa ciudad comercial. A lo que hay añadir las enormes cantidades de oro que se extraían del cercano río Pactolos. Su riqueza era proverbial, , sin embargo, en el momento de escribirse Apocalipsis, de aquella gloria del pasado sólo quedaba el recuerdo, ya que el estancamiento y la decadencia se habían apoderado de ella. El contraste entre lo que había sido y lo que era no podía ser mayor. Pareciera que la facilidad con la que Sardis podía enriquecerse era la razón de su debilidad, de ahí el glorioso mensaje que Dios le da a la iglesia en Sardis, esa cuidad poderosa. 

La cuidad de Sardis


La ciudad de Sardis estaba edificada sobre una colina tan pendiente que sus defensas parecían inexpugnables, sin embargo, fue capturada por Ciro el persa (549 a.C.) y por Antíoco (218 a.C.).

Curiosamente en ambas ocasiones esto fue posible porque sus pobladores fueron sorprendidos por sus enemigos al estar excesivamente confiados en la resistencia de su fortaleza. El hecho de que una ciudad que parecía tan poderosa fuera conquistada tan fácilmente, la había convertido en objeto de burla.

En cuanto a su religión, en Sardis se daba culto a Artemisa, un diosa pagana asociada con la fertilidad y la caza. De su templo quedan algunas ruinas que nos permiten hacernos una idea de sus colosales dimensiones.

También había una importante comunidad judía, que a diferencia de lo que sucedía en Esmirna y Filadelfia, no parecía molestar a los creyentes. También te puede interesar leer nuestro articulo Las Siete Iglesias del Apocalipsis

¿Que estaba pasando con la iglesia de Sardis?


Debido a su riqueza y a sus inquebrantables fortalezas, los ciudadanos de Sardis se habían confiado, se habían descuidado a tal punto que sus enemigos los habían tomado desprevenidos, eran la burla de sus enemigos, estaban muertos y sin darse cuenta solo vivían de glorias pasadas.

La debilidad de La iglesia de Sardis es la misma amenaza que enfrentamos hoy en día, los desgastes de nuestras murallas espirituales son progresivos, el tiempo los deteriora si no le damos mantenimiento, ¿Que tan confiado te sientes de tu nivel espiritual?, ¿Que tan confiado te sientes con el conocimiento que has adquirido?, recuerda, el error de Sardis fue confiarse y descuidarse, ¿Estas dando mantenimiento a tu vida espiritual?, ¿Estas deseoso de aprender algo nuevo cada día?, ¿Saboreas cada predica, cada consejo, cada clase dominical?

Querido hermano que lees estas cortas lineas, es mi deseo  que la rutina no este deteriorando tus murallas, es difícil darse cuenta del desgaste y del deterioro cuando vives el día a día, pero mantente alerta, recuerda lo que has oído, escucha a los que desde afuera de tus murallas están viendo tu deterioro y has algo antes de que sea demasiado tarde.

¿Quien envía el mensaje a la iglesia de Sardis?


Apocalipsis 3:1 "Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto."

El Señor le dice claramente a la iglesia de Sardis que está muerta, seguramente por esto el Señor se presenta como "el que tiene los siete espíritus de Dios". Esta expresión describe los infinitos recursos espirituales que tiene el Señor, y que eran precisamente los que esta iglesia necesitaba para volver a la vida.

La iglesia de Sardis necesitaba esos recursos infinitos para volver a vivir, nosotros, al igual que Sardis necesitamos de Dios para poder mantenernos con vida.

Sardis había muerto porque había dejado morir todo lo que había recibido y oído, ese es el mismo peligro que enfrenta la iglesia en estos tiempos tan turbulentos, "Olvidar lo que hemos aprendido y oído", olvidar las enseñanzas dejadas a la iglesia, olvidar La sana doctrina Bíblica que Jesucristo nos ha dejado, estamos en el mismo peligro de la Iglesia de Sardis, sentirnos fuertes y seguros puede darnos un sentimiento de confianza y corremos el riesgo de caer en el descuido.

Exhortación en el mensaje a la iglesia de Sardis


Yo conozco tus obras


Dios le recuerda a la iglesia de Sardis que no hay nada oculto ante los ojos de Dios, es importante también mencionar que a diferencia de los mensajes a las otras iglesias, el mensaje a la iglesia de Sardis no empieza diciendo nada positivo de ella, al contrario, empieza con una dura exhortación donde hace la condenación mas severa " Tienes nombre de que vives y estas muerto".

Dios conoce nuestras obras, sabe como estamos, no hay nada oculto ante Dios, el problema es que nosotros queriendo engañar a Dios, terminamos engañados nosotros mismos, estando muertos creemos que vivimos, permanecemos como la iglesia de Sardis producto de nuestro propio engaño.

Tienes nombre de que vives


A la iglesia de Sardis le ocurría lo mismo que a la ciudad: vivían de sus recuerdos del pasado, de lo que habían sido en algún momento de su historia, pero todo eso había quedado atrás y  su presente no era ni la sombra de lo que fue en el pasado.

Quizás la iglesia de Sardis era una iglesia que gozaba de una buena reputación en medio de la sociedad, pero eso al Señor no le importaba porque la iglesia no existe para agradar a los hombres sino a Dios.

Tampoco tenemos razones para dudar de que sus cultos fueran ordenados, estuvieran bien asistidos, la música sonara con ánimo, tuvieran un buen número de programas, e incluso sus líderes ocuparan posiciones prominentes dentro de la vida social de Sardis. Pero todo esto no sirve de nada si falta lo más importante, la vida del Espíritu. 

Ahora pregunto, ¿De sirve tener los mejores músicos, los servicios mas llenos, los predicadores mas elocuentes, los maestros mas titulados si no hay unción de Dios?, lo que da vida a la iglesia no es el conocimiento o la experiencia, no son las multitudes o las mejores infraestructuras, lo que da vida a la iglesia es la unción de Dios.

Una iglesia puede estar en un terreno sin piso y solo con el techo, puede tener a los peores músicos, puede tener a predicadores que no han estado en un instituto Bíblico, pero si ellos tienen la unción de Dios puedes estar seguro que la presencia de Dios llenará ese lugar, enfermos serán sanados, almas serán rescatadas de vicios, adicciones, delincuencia, etc. ¿Sabe porque?, porque tienen vida, el Espíritu de Dios da esa vida, así que no dejes que la rutina termine con esa vida, no vivas de triunfos pasados, no vivas pensando en lo que antes hacías o como Dios te usaba, Dios quiere seguirte usando, pero para eso debes estar vivo. 

La iglesia de Sardis al final, lo único que realmente tenían era el "nombre" de iglesia del Señor, pero el Señor ya no estaba con ellos, ya no había presencia de Dios en medio de ellos como en Pentecostés, al final, a Dios no le interesa como te ven los demás, no le interesa tu reputación, a Dios le interesa tu realidad y la realidad de la iglesia de Sardis era que estaba muerta, viviendo de recuerdos y glorias pasadas.

Estas muerto


La iglesia de Sardis tenia fama de estar viva pero que el Señor le dice "¡Estás muerto!". Podríamos decir que la iglesia en Sardis era lo que conocemos como "cristianos nominales". Y es triste decirlo, pero cada vez es más fácil encontrarse en las iglesias con evangélicos nominales que rara vez piensan en el Señor Jesucristo y que, sin embargo, suponen que están en el camino al cielo.

Quizá por esta razón la iglesia en Sardis, a diferencia de otras iglesias de la zona, no había sufrido persecuciones como las de Esmirna o Pérgamo. Ellos eran un perfecto ejemplo de un cristianismo "inofensivo". 

La iglesia de Sardis se habían acomodado al mundo y no tenían que pagar ningún precio por su fe en Jesucristo. ¿Por qué había de molestarse Satanás en perseguir a una iglesia muerta? Pero una iglesia que esté viva y que predique la Palabra del Señor siempre estará bajo los ataques del enemigo.

Síntomas de una iglesia o un creyente moribundo


Querido lector, Dios nos esta advirtiendo todos los días para no caer en los mismos errores que cometió la iglesia de Sardis, recuerda "Tu fama no te dará salvación", ¿Somos cristianos nominales?, ¿Somos miembros de una iglesia pero nunca estamos dispuestos a servir?, ¿Se puede contar con nosotros cuando de trabajo en el Señor se trata?, ¿Asistimos todos los días a la iglesia pero no tenemos responsabilidades dentro de ella?

Podemos mencionar algunos síntomas que nos advertirán sobre nuestro estado espiritual:

1. Estar satisfechos y descansar en los logros del pasado

2. Estar más preocupados en las formas que en la realidad espiritual.

3. Estar más centrados en solucionar problemas sociales que en atender las necesidades espirituales de las personas por medio de la predicación del evangelio de Jesucristo.

4. Tener más interés por las cosas materiales que en las espirituales.

5. Estar más atentos a lo que los hombres piensan de nosotros que a lo que Dios dice.

6. Hacer más énfasis en la denominación que en la Palabra de Dios.

7. Perder la convicción de que cada palabra de la Biblia es Palabra de Dios.

La iglesia en Sardis eran como un museo de animales disecados, usando la expresión que el Señor aplicó a los judíos de su tiempo, eran "sepulcros blanqueados", flores artificiales sin olor, bonitas en apariencia, pero sin vida, nada extraordinario en ellas, Dios no quiere eso en su iglesia.

Llamamiento al arrepentimiento en el mensaje a la iglesia de Sardis


Dios en su inmensa misericordia nos hace un continuo llamado al arrepentimiento, la Iglesia de Sardis no es la excepción, Dios le hace ver su falta, su estado de muerte y pudrición, pero también le da una oportunidad mas, le hace un llamado al arrepentimiento junto a una advertencia.

Apocalipsis 3:2 " Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios"

Se vigilante


Ahora Cristo se dirige al remanente fiel de los verdaderos cristianos en Sardis que estaban en grave peligro de extinción.

El Señor comienza con una exhortación a "ser vigilante". Esta recomendación tenía un sentido especial para la iglesia en aquella ciudad, porque como ya hemos comentado, dos veces había sido capturada por sus enemigos debido precisamente a la falta de vigilancia. 

Quizá a la iglesia le pasaba como a sus antepasados en Sardis, que se sentían seguros confiando en la protección que les ofrecían sus muros. Y es verdad que el creyente está protegido por unas defensas mejores que las que cualquier ciudad pueda levantar, pero esto no nos debe llevar a la relajación o al descuido en nuestra vida espiritual, sino a estar prevenidos constantemente, puesto que la tentación puede aparecer en cualquier momento y por donde menos la esperamos.

La falta de alerta espiritual puede resultar muy costosa. El apóstol Pedro exhortaba en este sentido a los creyentes en 1 Pedro 5:8 "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;"

Nuestro Dios insistió en el hecho de que sus discípulos aprendieran a Velar y Orar, esto esta relacionado con el hecho de "Vigilar" (Observar algo o alguien atenta y cuidadosamente), para esto se requiere luchar contra la pereza y la negligencia a fin de conseguir aquello que se persigue (Velar), con esta dirección (Lo que queremos conseguir) es con la que vamos a orar, vamos a observar bien a nuestro alrededor, vamos a ver los obstáculos, las cosas que no estamos haciendo bien, lo que hemos olvidado, aquello que hemos dejado morir y vamos a empezar de nuevo. También te puede interesar nuestro articulo Siete veces cae el justo y vuelve a levantarse.

Afirma las otras cosas que están para morir


Parece que no todo estaba completamente perdido, aún había cosas que "estaban para morir". Pero si las brazas no eran pronto avivadas para que surgiera nuevamente la llama, terminarían por apagarse.

En aquella iglesia había algunos auténticos creyentes, pero aun éstos corrían el peligro de languidecer por completo en medio de ese ambiente asfixiante. En esa situación no podían ser indiferentes o dejarse llevar por la corriente. Debían empezar por evaluar correctamente la situación desde la perspectiva que el Señor les estaba dando, después tendrían que confrontar el pecado y el error, e influir con su ejemplo y palabra en la comunidad.

¿Cuantos de nosotros en estos momentos tenemos que reaccionar?, las corrientes de este mundo están apagando la llama que una vez ardió con intensidad, los afanes y las presiones sociales están desgastado los fuertes muros de protección, es tiempo de reafirmar todo aquello que esta por morir.

En el mensaje a la iglesia de Sardis el Señor no manda a esos cristianos fieles que se vayan de la iglesia y comiencen una obra nueva en otra parte de la ciudad. Dios los dejó allí a fin de llamar al resto que se había extraviado para que volvieran a la fidelidad al Señor. No obstante, si una iglesia deja de serlo (Apocalipsis 2:5 "Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido"), la separación puede ser la única alternativa.

El mensaje a la iglesia de Sardis es el mismo para la iglesia actual, "Se vigilante"; "Afirma las cosas que están para morir", estamos a tiempo, aún podemos afirmar nuestros pasos, podemos levantarnos y volver a la senda antigua.

Porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios


En Sardis la queja del Señor Jesucristo a su iglesia es porque sus obras no se conformaban con el criterio de Dios. No habían perseverado en desarrollarse espiritualmente, se habían enfriado y habían perdido el entusiasmo por avanzar en la madurez cristiana. 

Al fin y al cabo, lo que de verdad importa en una iglesia no es si los cultos de los domingos se llenan y discurren de una forma animada, sino si cada creyente está avanzando hacia la madurez, pareciéndose cada vez más al modelo que tenemos en Cristo.

Este versículo nos hace ver que Cristo espera algo concreto en la vida de cada uno de sus hijos. Está buscando evidencias de nuestra lealtad y amor hacia él, lo triste es escuchar "No he hallado tus obras perfectas", ¿Si Dios ve nuestra vida, encontrará nuestras obras perfectas?, recuerde amado lector que Dios conoce nuestras obras, ¿Que encontrará en cada uno de nosotros?

Debemos tomar esto muy en serio, porque normalmente el creyente tiene la tendencia en centrarse en sí mismo y espera que Dios le ayude, apoye y consuele en cada circunstancia de la vida, y con frecuencia olvidamos que él también está esperando de nosotros pruebas que demuestren nuestro amor, lealtad y servicio hacia él.

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete


El resto fiel en Sardis debía "acordarse", "tener en cuenta" o "recordar" lo que había recibido y oído. Es decir, necesitaban volver a las verdades de la Palabra de Dios que habían escuchado y les habían llevado a su conversión. 

Era imprescindible que lo "guardaran" en sus corazones y lo practicaran en sus vidas. Seguramente habían dejado de leer sus Biblias y de alimentarse con la verdad. En ese caso, la falta de una buena dieta espiritual les habría llevado a estar débiles para poder hacer frente a la situación que tenían delante. Era necesario que comenzaran por nutrirse adecuadamente y fortalecerse espiritualmente si querían llevar a cabo lo que el Señor les mandaba.

Sin duda, el haber llegado a esta situación de desidia espiritual era algo de lo que se tenían que "arrepentir" urgentemente, pero para un arrepentimiento genuino implica reconocer su situación y estado de muerte para luego apartarse y hacer obras dignas de arrepentimiento. También te puede interesar nuestro articulo Tu cambio es lo que muestra tu arrepentimiento

Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti


Una vez más tenemos una llamada del Señor a "velar", algo que como ya hemos señalado, ellos entenderían muy bien después de lo que había ocurrido en su historia, cuando sus enemigos habían venido literalmente como ladrones en la noche y los habían sorprendido.

También encontramos una advertencia acerca de la venida del Señor: "vendré sobre ti". Seguramente no debamos entenderla como una alusión a su Segunda Venida, sino como una venida anticipada en juicio sobre la iglesia en Sardis. 

Aquí tenemos otra de las grandes faltas de esta iglesia: "No estaban esperando la Segunda Venida de Cristo". Su vida se había vuelto descuidada y no estaban mirando hacia el futuro glorioso con Cristo. Esto es muy peligroso, porque como cristianos debemos saber que con tener un solo punto débil podemos caer víctimas de alguna astuta estrategia de Satanás.

Esperar la segunda venida de Cristo nos hace vivir preparados, no hay día ni hora establecida para su venida, por eso debemos estar preparados, Si Dios viene hoy, ¿Que cuentas les darás?

Promesa en el mensaje a la iglesia de Sardis


Apocalipsis 3:4-5 "Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles."

Promesa para vencedores, las pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras


Aunque la iglesia tenía reputación de estar viva, en realidad, sólo un pequeño número de sus miembros lo estaban. Ellos formaban el remanente fiel. Y este es un concepto que una y otra vez se repite en la Biblia: Sólo ocho personas se salvaron en el diluvio; de los doce espías que Moisés envió a reconocer la tierra, sólo dos llegaron a poseerla; de los cinco mil que comieron del milagro de multiplicación de panes y peces que hizo Jesús, sólo doce se quedaron con él cuando los demás lo abandonaron.

Este remanente fiel eran los "que no habían manchado sus vestiduras". En el Antiguo Testamento, si alguien tocaba un cuerpo muerto, la persona quedaba contaminada o manchada. Hay muchas formas de contaminarse con los "muertos". Aquí debemos entenderlo como una figura para expresar que se habían contaminado con el paganismo de su cultura y se habían extraviado siguiendo doctrinas o prácticas que desagradaran al Señor. 

No olvidemos que es fácil contaminarse espiritualmente cuando entramos en comunión con el mundo, y esto no le agrada al Señor, recordemos que Jesús mismo advirtió que "Un poco de levadura leuda toda la masa", "La amistad con el mundo es enemistad con Dios". Es fácil contaminarse si nos descuidamos, si dejamos de estar vigilantes, en este mundo que a lo malo le llama bueno es difícil  mantenernos con las vestiduras blancas, pero gloria a nuestro Dios que no es imposible, Dios no demandará algo que no podamos hacer.

Andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas


Este remanente fiel "andará con el Señor", lo que sugiere comunión íntima y personal con él, ¿No es esta promesa maravillosa?

El problema de esta iglesia era que habían dejado de andar con el Señor y esto es lo que nos mantiene con vida en nuestro andar diario.

Podemos pensar en la historia de los dos que andaban por el camino de Emaús (Lucas 24:13-35). Ellos estaban desanimados por la muerte del Señor. Tal era su frustración que cuando el mismo Señor se acercó a ellos y les acompañó en el camino no le reconocieron. Entonces él les abrió las Escrituras y el corazón de aquellos dos caminantes volvió a arder con una nueva ilusión y ánimo. Más tarde le invitaron a entrar y a sentarse a su mesa. Aquí está el secreto de una vida cristiana victoriosa: la comunión con Cristo resucitado y su Palabra, esto es lo que hace arder nuestros corazones.

Luego añade que tendrán "vestiduras blancas, porque son dignas". Estas vestiduras blancas sugieren la pureza y santidad que produce la justificación de los pecados por medio de la obra de la Cruz. Estas personas son aquellas a quienes el Cordero lavó de sus pecados con su sangre (Apocalipsis 1:5) (Apocalipsis 7:14). De ninguna otra manera podemos alcanzar esta dignidad; no nos engañemos, ningún hombre puede vivir de una manera totalmente santa. 

Recordemos las grandes palabras de Isaías 1:18 "Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana."

Por otro lado, esta pureza es necesaria para poder estar en la presencia de Dios. La necesitaremos para entrar en el cielo, porque los invitados a las bodas del Cordero van vestidos de "lino fino, limpio y resplandeciente" (Apocalipsis 19:7-9). Son las vestiduras obligadas para entrar a la fiesta de bodas del hijo del rey en la parábola que contó el Señor en Mateo 22:1-14.

A fin de estar bien preparados para ese momento, debemos empezar ya ahora a vestirnos "de Cristo", como nos exhortaba el apóstol Pablo en Efesios 4:22-24 "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."

El que venciere será vestido de vestiduras blancas


El Señor sigue hablando del remanente fiel, aquellos verdaderos creyentes que estaban dentro de la iglesia en Sardis. Ahora se los describe como "vencedores" y a ellos el Señor les promete que los vestiría con "vestiduras blancas". 

Aquí vemos con mayor claridad lo que decíamos anteriormente; que estas vestiduras nos son dadas por el Señor y que no las conseguimos por nuestros propios méritos.

Aquí las vestiduras blancas representan la victoria que el Señor da a los creyentes juntamente con él. Cuando el Señor se presente en este mundo para juzgarlo vendrá rodeado de los ejércitos celestiales vestidos de lino finísimo, blanco y limpio para disfrutar juntamente con él de su victoria (Apocalipsis 19: 14-15).

Y no borraré su nombre del libro de la vida


El nombre de los verdaderos creyentes está registrado en el "libro de la vida" (Filipenses 4:3) (Apocalipsis 13:8; 17:8; 20:12; 21:27).

Y en este versículo se garantiza que el nombre de los verdaderos creyentes no será borrado del libro de la vida, la condición es "Arrepiéntete", "Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído", "Guarda esas palabras y ponlas por obra". Eso es lo que necesitamos hacer nosotros como iglesia, acordarnos de donde nos ha sacado el Señor, arrepentirnos de nuestra manera pasiva  conformista de vivir, recordar su sana doctrina, mantener en alto en nombre de Jesucristo, haciendo esto nuestros nombres jamás serán borrados del libro de la vida, al contrario, Dios dará un mejor nombre, caminaremos con Él por la eternidad, no tendremos que llorar mas, porque Dios estará con nosotros.

Un llamamiento a oír en el mensaje a la Iglesia de Sardis


Apocalipsis 3:6 "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.". Esta frase recurrente en todas las cartas enfatiza la responsabilidad de oír. De nuevo se llama a los hombres a que presten atención a esta solemne advertencia en contra de tener una profesión religiosa sin jamás haber nacido de nuevo.

Dios viene por un pueblo que realmente lo ame, que sepa amarle con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas, ¿Puedes amarle así?, si logras hacerlo te puedo garantizar que tendrás vida, vestiduras blancas, un nuevo nombre y lo mas glorioso, caminaras con Cristo por toda una eternidad.

Dios pide que oigas su mensaje ahora, si has dejado morir algunas cosas en tu vida, es tiempo de ser vigilante y afirmar tus pasos, es tiempo de volver a vivir, es tiempo de limpiarte y consagrarte, si tienes oídos, oye lo que Dios esta diciendo a su iglesia "Se vigilante y afírmate en el nombre de Jesús", "Endereza tus sendas", Dios quiere estar contigo por la eternidad.