Bienvenido a Reflexiones y Sermones Cristianos

Enseñanzas Cristianas, Sermones Cristianos, Temas Cristianos, Temas Bíblicos para predicar y Enseñar

Las lágrimas de Ezequías


¿Derramando lágrimas?

Las lágrimas de Ezequias

¿Que causa tus lágrimas?


Muchos de nosotros hemos experimentado el llanto, pero el derramar nuestras lágrimas no siempre tiene que ser necesariamente por dolor o tristeza, muchos hemos experimentado lo liberador que es derramar lagrimas de felicidad, de emoción, de arrepentimiento, etc.

Para iniciar quiero que medites ¿Que esta causando tus lágrimas?, ¿Son tus lágrimas producto del sufrimiento, son lágrimas de compasión, de amor, de felicidad?

¿La grandeza de Dios te conmueve al punto de derramar lágrimas?, por ejemplo una vez vino un inglés a visitar este país, lo llevé a una de nuestras mejores playas y se quedó allí contemplando esta magnífica escena, lo hermoso del paisaje, lo majestuoso del mar y su inmensidad, se quedó quieto y entre lagrimas dijo “Un hermoso paraíso.”

Estamos en un mundo lleno de lágrimas y la Biblia nos dice que el creyente se está moviendo hacia un mundo sin lágrimas, un día Dios enjugará todas nuestras lágrimas. También te puede interesar nuestra pagina Mensajes Cristianos Cortos.

No eres el único que derrama sus lágrimas


José y sus lágrimas por malas relaciones


La palabra de Dios nos habla de José, un hombre que derramó lágrimas por sus seres queridos, lágrimas llenas de sentimientos encontrados, quizás dolor, decepción, esperanza, alegría, perdón, ¿Cuantas emociones juntas puedo sentir José cuando volvió a ver a sus hermanos, los causantes de todo lo que había vivido en Egipto?, ¿Que pudo estar sintiendo que lloró a gritos? (Genesis 45) 

Ezequías y sus lágrimas por enfermedad


Podemos meditar en el rey Ezequías en el Antiguo Testamento y lo que podemos llamar lágrimas de desilusión, Ezequías estaba recibiendo al profeta con las palabras "Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.", ¿Cual fue la reacción de Ezequías?, llorar, Ezequías hizo lo que cualquiera de nosotros haríamos, la diferencia fue que Ezequías no le lloró al profeta, no le lloró a los del palacio para causar lástima, Ezequías le lloró a su Dios, suplicó la misericordia de Dios sobre él. (2  Reyes 20:1-10).

No es fácil recibir la noticia de que vas a morir, ¿Pero que haces con la noticia?, tu respuesta marca una diferencia, puedes deprimirte y contar con desilusión los días que te quedan, o hacer lo que hizo Ezequías, llorar buscando a Dios quien siempre tiene la última palabra, puedes vivir deprimido el resto de tus días o puedes disfrutar cada segundo que te quede. También te puede interesar nuestra pagina Devocionales Cristianos Cortos.

Tus lágrimas deben llevarte a Cristo


Ahora, aunque nos centramos brevemente en dos estas personas en las Escrituras, no terminamos con estas personas porque en realidad son señales hacia Cristo. 

Las relaciones, por supuesto, encuentran su solución en Cristo. Los vacío encuentra su solución en Cristo, e incluso la desilusión encuentra su solución en Cristo. Las enfermedades encuentran solución en Cristo, sea cual sea la situación que atravieses y que sea motivo de tus lágrimas puedes encontrar solución en Cristo.

El evangelio en el que creemos nos incita y nos insta a mirar fuera de nosotros mismos. Y creo que es una tragedia cuando a la gente se le dice que crea en sí misma y que encuentre en sí misma todos sus recursos (recursos tan limitados), los grandes hombres y mujeres de Dios han vencido porque no se han visto a si mismos y a sus capacidades, han triunfado porque han puesto su mirada en Dios, han puesto sus fuerzas en Dios, pero sobre todo, han esperado y confiado en los propósitos y planes que Dios tenia para ellos, un ejemplo claro es Moisés "Se sostuvo como viendo al Invisible" (Hebreos 11:27)

¿Como enfrentas tus lágrimas?


2 Reyes 20 trata sobre un rey, Ezequías en el Antiguo Testamento, que enfrenta la muerte y derrama sus lágrimas ante Dios.

Este hombre, Ezequías, era un buen rey. Gobernó en Jerusalén alrededor del año 700 a.C. Hubo muy, muy, muy pocos reyes buenos, Probablemente tres y solo dos veces leemos que el Señor estuvo con él refiriéndose a un rey, una vez a David y otra a Ezequías. También te puede interesar leer nuestro articulo ¿Endeudado, afligido o amargado?

El rey Ezequías vivió en tiempos muy siniestros. Había una superpotencia llamada Siria que ya había eliminado a la mitad superior de Israel. Y ahora había bajado y tocado a la puerta de Jerusalén y básicamente dijo: "Nosotros también nos apoderaremos de ti." Y Asiria dijo al pueblo de Jerusalén: “Depender de vuestro Dios es una gran pérdida de tiempo. Él no te será de ninguna ayuda."

Pero aquí hay una clave para un rey bueno y fiel: llevó el asunto a Dios en oración y el profeta Isaías le dijo que Asiria se alejaría sin disparar una flecha, y eso es exactamente lo que sucedió. Dios hizo que Asiria se alejara milagrosamente, pero lo siguiente que leemos en el capítulo 20 y fue que Ezequías enfermó y estuvo a punto de morir.

El profeta Isaías se acercó a él y le dijo: Esto dice el Señor: "Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás." ¿Que hacer?, ¿Como reaccionar?, Dios le había ayudado, había respaldado su reinado y ahora le manda a decir que morirá.

Mira la reacción de Ezequías, "Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro." 

Bueno, quiero que meditemos en dos cosas, dos errores en la vida de Ezequías, errores muy reveladores que pueden ser de ayuda para nosotros. 

Primer error, la desilusión


¿Desilusionado de Dios?


Muchas veces no entendemos lo que pasa a nuestro alrededor, y esto quizás pasaba a Ezequías.

Cuando Ezequías recibe la noticia de su muerte, llora, a esas lágrimas le llamaremos "lágrimas de desilusión", desilusión con Dios. 

Primero veamos a lo que se enfrenta Ezequías. Su país acaba de ser salvado milagrosamente, pero está a punto de morir, y debe haberse dicho a sí mismo: "¿Cómo puede Dios hacer este milagro para una nación que no es una nación piadosa, pero no hacer un milagro para mí, que he tratado de ser piadoso?"

Quiero que notes ¿Por qué llora Ezequías?. Llora porque está decepcionado con Dios, dice en el Capítulo 20:2 “Señor, he sido fiel. He sido bueno” como diciendo, y ahora es tu trabajo hacerme el bien. ¿Tes has sentido igual de desilusionado que Ezequías?, has hecho lo mejor que  has podido, te has esforzado, has dejado todas tus fuerzas en la obra del Señor y de pronto recibes noticias desalentadoras, no te queda nada mas que llorar y derramar tus lágrimas sobre tu almohada una vez mas.

Si has pasado por algo así, quiero que sepas que la desilusión con Dios es un problema enorme. Hay muchas personas que hoy no están en la iglesia debido a su decepción con Dios. Supongo que también hay muchas personas dentro de la iglesia que todavía están decepcionadas con Dios, como si ellos hubieran hecho su parte y él no. También te puede interesar nuestro articulo Las Pequeñas zorras echan a perder las viñas.

Ahora Ezequías está decepcionado con Dios porque piensa que habiendo vivido una vida piadosa, no merece morir así. Él quizás hasta piense que está en la flor de su vida. Sabemos que la mortalidad es un problema , a menos que Jesús regrese primero, moriremos. Pero pensamos que la mortalidad normalmente es un problema de otros. ¿Has notado que tendemos a pensar que la mortalidad es problema de otros? pensamos lo que pasará si fulanito muere, pensamos como quedará todo cuando alguien muera, pero rara vez pensamos en nuestra propia muerte.

Pero no todo el mundo, cuando se le dice que va a morir, derrama lágrimas de decepción. Algunas personas son muy estoicas. Algunas personas son muy valientes. Algunas personas son muy fieles. Un amigo mío se ha puesto en contacto conmigo apenas en los últimos dos días para decirme que tiene un cáncer terminal. Es un hombre muy fiel. Es un hombre muy agradecido con Dios. Pero ha dicho en su breve mensaje que confía en Dios, que es bueno, sabio y amoroso. Entonces hay una respuesta fiel a la mortalidad muy impresionante. Pero las lágrimas de Ezequías brotan de la decepción. Su oración es básicamente decirle a Dios: "No merezco esto, merezco algo mejor que esto, vivo fielmente me lo debes."

Verás que el versículo tres comienza con con Ezequías básicamente diciendo “He vivido bien de late de ti” y luego el versículo termina con “lloró con gran lloro”. Y el punto que ves es que aunque Ezequías es un buen rey, está profundamente infectado con la mentira de que Dios opera en una balanza, que Dios es una especie de máquina tragamonedas celestial en la que metemos las monedas y él reparte las latas del sabor que queremos.

Pensar en este conjunto de escalas, pensar en este legalismo, nos resulta muy natural. Es la forma en que nuestro cerebro tiende a funcionar. Así funciona el mundo, ojo por ojo, nada gratis. Y también es, por supuesto, la forma en que funcionan las religiones del mundo "Mantenga las reglas, obtenga las recompensas", triste pero real, muchos viviendo bajo este conjunto de ideas cuando no recibe lo  que espera se desilusiona, piensa que Dios es un tirano, malvado e inconsciente, su mente se nubla y el enemigo obtiene lo que quiere, alejarnos de Dios.

Cuando vives agradecido, puedes sonreír


El creador nos da vida. El creador nos da todo lo que tenemos. Jesús se entregó a si mismo para darnos una eternidad sin lagrimas, sin dolor, sin llanto, por medio de su muerte nos da vida y aliento cada día. 

Si Dios ha hecho algo así, puedes estar seguro que ese Dios ama firmemente a su pueblo, pero también debes estar consiente que nosotros no controlamos esta gracia, no controlamos esta generosidad, Job entendía esto, por eso cuando lo perdió todo, alabó a Dios, exaltó a su Dios, ¿Como es esto posible?, la gran mayoría reacciona como la esposa de Job, con esa actitud es imposible sonreír en medio de quebranto, mientras que Job si pudo sonreír agradecido con lo que le pasaba, porque su escases le permitió ver que todo cuanto había recibido era bendición, que cuando él nació vino a este mundo sin nada, todo lo que había acumulado era bendición de Dios. 

Debemos recordar que nuestros éxitos no atraen más gracia o que nuestros fracasos la quiten. Dios no es como el hombre, en lo humano cuando estamos bien, con un buen ingreso, buena ropa, buen carro, buena casa, etc. todos tienden a tratarte bien, pero cuando no tienes ni un centavo partido a la mitad, la situación cambia, el trato cambia y las actitudes hacia ti también cambian, Dios no es así, su trato no depende de tu condición, ni de tus éxitos, mucho menos de tus fracasos . También puedes leer nuestro articulo A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien

Entonces, antes de criticar a Ezequías y decir, bueno, ya sabes lo grande que era, debemos darnos cuenta de que él es un espejo de nuestra propia alma y nos muestra la trampa en la que caemos fácilmente, que es que creemos que podemos. obligar a Dios a ser bueno con nosotros pensando que hemos sido buenos con él.

Ese tipo de pensamiento de punta de balanza para hacer eso está muy, muy alejado de las Escrituras. Ezequías a pesar de toda su fidelidad, todavía está lleno de decepción con Dios porque no había visto su vida en el contexto de la generosidad de Dios. Y nosotros debemos aprender a ver la generosidad de Dios en cada circunstancia que enfrentemos.

Vive viendo a un Dios generoso


Queridos amigos, debemos ver nuestra vida en el contexto de un Dios generoso. Si vemos nuestra vida en el contexto de un Dios que está obligado a recompensarnos, siempre seremos miserables y estaremos completamente equivocados. 

Si quiere pruebas de que Dios es misericordioso y no actúa de la manera que la gente merece, simplemente mire el Capítulo 20:4 y vea cómo Dios responde a la miserable oración de Ezequías "Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo”

Notarás en la respuesta de Dios que no hay ninguna referencia a la buena vida de Ezequías. Dios no le dice. Tienes razón, has estado genial y te debo mucho. Ahora dice: “Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano.... Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad ”. Esta es la Gracia de Dios, no lo merecemos pero aún así atiende a nuestro clamor.

Dios todavía está trabajando en Ezequías para enseñarle que es un Dios misericordioso y para mostrarle que opera con la bondad de su propio corazón divino, no con la bondad que ocasionalmente nosotros  producimos, imagínese que esa bondad ni siquiera proviene de nosotros mismos, proviene de Dios que nos mueve a hacer lo que Él hace.

Dios ve tus lágrimas


Entonces la oración de Ezequías no fue esa oración mayor, pero qué reconfortante es que Dios escuche una oración defectuosa, una oración débil y responda tan maravillosamente ante nuestro quebranto y nuestro desconsuelo. 

Espero que recuerdes esto mientras oras porque nuestras oraciones son débiles. Incluso el apóstol Pablo lo dice en las Escrituras. No sabemos orar como debemos, pero Dios nos ayuda. Y él obviamente nos escucha, aunque oremos tan débilmente.

Bueno, no sólo la oración de Ezequías no es tan grandiosa, sino que él ni siquiera creyó en ella cuando Dios dijo que lo sanaría. Porque se nos dice en el Capítulo 20:8 que había estado pidiendo una señal para saber si Dios lo sanaría. 

Muchos de ustedes sabrán por las Escrituras que al Dios del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento le resultaba muy cansado que le pidieran señales repetidamente, como si la palabra o promesa de Dios no fuera suficiente y aquí está Ezequías haciendo justamente esto, pidiendo una señal, y ahí también esta Dios, tan calmado y misericordioso preguntado cual señal quiere.

Si te preguntaras ¿Cuál es la gran prueba de que Dios es misericordioso conmigo? La gran prueba. La señal que Él nos ha dado es la señal de la cruz para que le recordemos. Y debemos recordar que Dios se entregó  as si mismo por todos nosotros para que podamos ser perdonados, acogidos, adoptados, llevados, guardados y liberados. Esta es la gran, gran prueba de que Dios es misericordioso. Y así, las lágrimas de desilusión de Ezequías tienen respuesta cuando se comprende bien la gracia de Dios.

Segundo error, interés propio


Bueno, veamos en segundo lugar el error que cometió Ezequías; en la segunda mitad del capítulo 20:12-21 hemos visto que Ezequías piensa muy diferente de Dios y de la forma en que Dios debería operar. Ezequías piensa en términos de “dame lo que merezco”, por supuesto, si Dios operara bajo este termino, “danos lo que merecemos”, estaríamos en un problema muy grande.

Ezequías opera imparablemente por interés propio. Dios, afortunadamente no. A Ezequías se le ha dado un rescate de Asiria, un rescate de su propia muerte inmediatamente, y se le ha dado una señal además de todo lo demás.

Nada de esto parece hacerlo particularmente sabio, humilde o agradable. Y entonces leemos en el Capítulo 20:12-21 que cuando la otra superpotencia, Babilonia, viene con un mensaje, estamos tan contentos de que estés bien y algunos regalos para Ezequías, él muy imprudentemente les muestra el palacio, y no solo les muestra el palacio sino que les muestra todas sus riquezas, en el Capítulo 20:13 leemos “Ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios.”

Es difícil saber por qué Ezequías hace esto. Me pregunto si estaba empezando a sentirse imbatible. Mira todo mi poder, mira todo lo que tengo, mira todo lo que he conseguido, soy un hombre muy poderoso desde hace mucho tiempo.

También es difícil decir por qué estuvo mal hacer esto, pero ciertamente fue algo muy jactancioso. Es como si les dijera a los babilonios: “Me gustaría mostrarles mi grandeza”. Por supuesto, anteriormente, en el Antiguo Testamento, cuando la gente venía a Salomón para ver su grandeza, él les hablaba acerca de Dios, mostraba su grandeza mostrando a su Dios, algo realmente real, pues toda la sabiduría, las riquezas y el poder que Salomón tenia se las había dado Dios. 

Pero Ezequías actúa aquí como cualquier rey pagano mostrando sus riquezas y su poder. Bueno, Ezequías fue un rey muy capaz y exitoso, podríamos decir, pero eso no significa que deba ser jactancioso y que no le debe la gloria a Dios por todo lo que había alcanzado.

Se nos dice en el Capítulo 20:20 que había construido un túnel para poder llevar agua a la ciudad si alguna vez fueran asediadas. Y de hecho este famoso túnel todavía está ahí hasta el día de hoy. El túnel que Ezequías hizo y todas las grandes cosas en la ciudad son mencionadas en la Biblia, pero fue porque hubo un tiempo en el pasado de Ezequías que este hombre tuvo una buena dosis de temor a Dios y una gran dependencia de Dios, ahora parece haberse vuelto tonto e imprudente.

Y por este error de mostrar a los babilonios su particular riqueza y poder. Recibe una terrible reprimenda. El profeta Isaías se le acerca y le dice: Tú sabes que este grupo, este poder babilónico al que te has mostrado, vendrá un día y capturará la ciudad. Básicamente has expuesto tu ciudad con esta bravuconería. Ahora bien, ¿qué dice Ezequías cuando escucha esta corrección o esta reprensión? Es increíble, dice en el Capítulo 20:19 “Habrá al menos paz y seguridad en mis días”. En otras palabras, dice “Bien. No me importa. No será así mientras yo esté vivo”.

Y esto es lo que considero interés propio: "Tengo mi vida, tengo mi reino. Tengo mi consuelo. No me importa nadie más."

Un escritor llama a esto una respuesta miserable. Otro dice que fue un cinismo espectacular, pero quiero que vean que esto, por lo tanto, es otra hebra de maldad que corre por el corazón de Ezequías y la maldad es así: "Siempre y cuando yo esté bien, que importa el resto" . Esto también pasa por el corazón humano, muchos vivimos bajo esta bandera, pensamos en nuestro propio interés, en nosotros, pero jamas en el resto y mucho menos en Dios.

Ahora bien, no es sólo la herejía de que "Dios me debe cosas buenas", sino este interés profundamente egocéntrico en nosotros mismos. 

Cuando estábamos en la escuela dominical en el pasado, aprendíamos que el pecado inicia con el YO. ¿Cómo?, Satanás quería ser igual a Dios (Yo), nosotros queremos ser el centro del universo (Dios me debe algo mejor), Eva quería todo para ella (Se me deberían permitir todos los árboles del jardín y no negarme ninguno), muchos continuamos cargando ese YO, pensado "Merezco un camino más fácil. Realmente no me importan los demás mientras sea feliz." ¿Es esa enfermedad capaz de infectar a la iglesia? Absolutamente tengo que decir que si.

Así que esta ventana a Ezequías, que es un poco impactante, es en realidad una ventana a mí y es una ventana a ti. Alexander Solzhenitsyn dijo que las líneas que separan el bien y el mal no pasan a través de estados ni entre clases ni entre partidos políticos, sino a través de cada corazón humano.

Pero mis queridos amigos, hay un corazón en el universo, y espero que sepan esto, que no tiene rastro de interés propio pecaminoso. Y ese es el corazón de Dios mismo. 

Así que termino, amigos, simplemente diciéndoles que podemos decepcionarnos de Dios si quitamos los ojos de su gracia. Pero si ponemos los ojos en su gracia no nos desilusionaremos tan fácilmente.

También podemos quedar atrapados en el interés propio a menos que acojamos su gracia en nuestros corazones. Si nunca hemos recibido su gracia en nuestros corazones, estaremos estancados en el interés propio. Pero si hemos acogido su gracia, entonces tendremos ayuda para tratar con nuestro propio interés. 

Jesús tiene gracia abundante y gracia suficiente para mí y para ustedes. Démosle las gracias, aprendamos a buscar el rostro de Dios en oración y con quebranto, pidiendo su voluntad, agradable y perfecta. Agradece a pesar del quebranto, y podrás sonreír entre lágrimas disfrutando la hermosa presencia de Dios. También puedes visitar nuestra pagina Clases para niños de escuela dominical