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El poder de la oración


¿Cual es el poder de la oración?

El poder de la oración en la vida del creyente

El poder de la oración


Muchos hemos escuchado de los grandes beneficios que tiene una vida de oración, hemos animado a otros a experimentar de manera personal el poder de la oración en sus propias vidas, pero la oración por sí sola no tiene poder alguno. 

La oración no implica una fórmula o ritual que, si “Se hace bien”, garantiza el resultado deseado, es decir, que podemos pedir algo en oración pero Dios es quien siempre tendrá la ultima palabra, por eso decimos que no siempre garantiza el resultado que deseamos, pero si nos garantiza que obtendremos lo que Dios considera necesario para nosotros.

El poder de la oración Bíblica


La oración bíblica es un medio para comunicarse y conversar con un ser Todopoderoso, de ahí partimos a decir que la oración es “poderosa”, es decir, significativa y efectiva, sólo cuando y porque accede a una relación con el único Dios verdadero. 

El poder no está en la oración en si; el poder está en la Persona con quien el cristiano se involucra en oración (1 Crónicas 29:12 "Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos") El rey David había tenido una vida de oración desde joven, su oración le hizo tener una relación estrecha nada mas y nada menos con Dios mismo, entonces, quien podría hacerle frente a David si era amigo de Dios y tenia una buena relación con Él. 

En 2 Crónicas 16:9 leemos también "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él."). 

La oración no es mas que “una simple petición en forma conversacional” y quien trabaja en esa petición es Dios mismo. La medida del poder de la oración, entonces, es la Omnipotencia de Dios mismo, circunscrita únicamente por su carácter, sabiduría y voluntad. La oración te acerca a Dios, ese ser Todopoderoso de quien procede todo, que domina todo, quien tiene las fuerzas y el poder que estas necesitando.

Una visión cristiana del poder de la oración debe basarse en los patrones y las enseñanzas de la Palabra de Dios. También te puede interesar nuestro articulo ¿Que pedir en oración?

El poder de la oración en la vida del creyente


La oración en circunstancias abrumadoras


La oración de Asa es uno de los ejemplos que podemos tomar, Asa ofrece una oración modelo para circunstancias extremas (2 Crónicas 14:11 "Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre")

La situación de Asa era humanamente imposible: el cronista nos informa de la relativa falta de preparación militar de Asa y la diferencia en la cantidad de hombres con las que contaba cada ejercito (2 Crónicas 14:8-9) la dificultad desesperada que enfrentaba Asa lo orilla a buscar una salida, a buscar ayuda en el único que tenia el poder para librarlo.

Oramos con mayor eficacia no cuando estamos necesitados (porque siempre es así), sino cuando somos conscientes de que lo estamos, pero esto no queda ahí, no solo necesitamos estar consientes de que necesitamos ayuda, debemos saber en quien buscar la ayuda, ¿Es Dios tu ayudador?, ¿Es Dios a quien acudes en situaciones desesperadas?, ¿Es Dios a quien clamas en oración?

La oración de Asa ofrece un patrón inspirado para nuestra oración, meditemos un poco en la oración de Asa:

1. Afirmar la omnipotencia de Dios


En palabras sencillas Asa, estaba diciendo en su oración que fuera de Dios no hay nadie que pueda ayudar entre los poderosos y los que no tienen fuerzas, Asa clama al único que todo lo puede y afirma su dependencia de Dios.

Nuestra relativa fuerza o impotencia es intrascendente para Dios cuando nos apoyamos enteramente en su intervención. Sin esa intervención, los más fuertes pueden fracasar. Con ello, los más débiles pueden prevalecer, ¿Ve entonces el poder de la oración aún en esas circunstancias abrumadoras?

2. Reconocer la dependencia exclusiva de Dios


Las palabras de Asa fueron “Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos”. Esta palabra “apoyamos” es la misma palabra hebrea (sha'an) traducida “confiar”, una expresión muy pintoresca para descansar el peso de uno apoyándose en algo (como Saúl apoyado en su lanza, 2 Samuel 1:6).

No hay nada mas precioso que descansar en nuestro Dios, eso solo se logra a través de la oración, confiar que todo estará bien solamente es posible con el poder de la oración. También te puede interesar nuestro articulo Una oración por restauración.

3. Reclama, con humildad pero confianza, tu relación de pacto con Dios.


En su oración Asa exclama “En tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios”.

Nuestra confianza no sólo descansa en la omnipotencia de Dios sino en su disposición a emplear su poder a nuestro favor, debido a la relación de pacto que él inicia con nosotros a través del nombre de Jesucristo.

Hay promesas de parte de Dios en relación a la oración, Jesucristo dejo muy claro esto en Lucas 11:9-10 "Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá"

Puedes hacer tuya esta preciosa promesa, Dios responde a nuestras oraciones, puedes tener poder por medio de la oración pues nuestro Dios siempre estará atento para responder a tu clamor.

4. Dirija su principal preocupación a la gloria de Dios, no simplemente a su liberación o beneficio personal.


 No prevalezca contra ti el hombre”. Estas fueron las palabras finales en la oración de Asa, vincular nuestras oraciones sinceramente a la reivindicación del nombre y la reputación de Dios no es manipular a Dios. Más bien, es ajustar nuestra perspectiva a lo que realmente está en juego y a lo que realmente importa, independientemente de lo que nos suceda. El resultado de esta súplica pone de manifiesto el poder de dicha oración, no se trata de nosotros, se trata de dar la gloria a Dios cuando el poder de la oración sea manifiesto a todos los hombres.

Sin embargo, en 2 Crónicas 16 aparece una advertencia triste y sobria cuando Asa no confía en Dios en lo que le parecían circunstancias manejables (2 Crónicas 16:1-9 "Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos"). La reprimenda de Dios hacia Asa por la caída de su confianza en Dios proporciona el contexto en el que afirma su afán activo por intervenir poderosamente a favor de aquellos que lo buscarán y confiarán en él exclusivamente (16:9 "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti").

Con este ejemplo podemos decir que el poder de la oración en la vida del creyente no radica el simple hecho de orar todos los días, sino en la dependencia que mostramos a Dios por medio de esa oración, el poder de la oración esta en el fortalecer nuestra relación con Dios, en conocerle y dejar que Él nos muestre su gloria, lo poderoso no es nuestras palabras usadas en la oración, sino el significado de esas palabras para Dios.

Podemos hacer la oración mas ilógica y usar palabras absurdas, pero Dios conoce lo que queremos decir, Dios obrará no por lo que decimos sino por lo que le mostramos en esa oración, un ejemplo claro de esto es Josué, cuando quería exterminar a todos los enemigos del pueblo de Dios su oración a Dios fue "Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón" (Josué 10:12), pero la ciencia nos dice que no es el sol quien gira sino la tierra, las palabras de Josué pudieron carecer de lógica pero Dios entendió que lo que Josué quería era luz para ver a sus enemigos y exterminarlos. ¿Muestras tu dependencia de Dios, tu amor, tu fe, a Dios en tu oración?, ¿Tus oraciones giran en torno a lo que Dios quiere de ti o son oraciones egoístas?

Las extraordinarias oraciones de Ezequías


Otra ilustración del poder de la oración dirigida a Dios surge en la vida de uno de los reyes más piadosos de Judá, Ezequías.

Un rasgo de la biografía bíblica de Ezequías es que este destaca como único entre los reyes: Ezequías recibió respuestas asombrosas a oraciones asombrosas. Puedes leer mas en nuestra pagina Sermones y reflexiones cristianas.

1. Ezequías oró por aquellos que no fueron limpiados adecuadamente para la adoración del santuario.


Oró para que Dios les proporcionara expiación y aceptara a aquellos que habían decidido buscarlo. El Señor escuchó a Ezequías ( 2 Crónicas 30:18 "Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios"), y el cronista vincula específicamente la aceptación de Dios de su adoración (técnicamente no bíblica) en respuesta a la oración de Ezequías (2 Crónicas 30:20 "Y oyó Jehová a Ezequías, y sanó al pueblo"). 

Esto no fue poca cosa. En otras ocasiones, Dios reaccionó con bastante severidad incluso ante la desobediencia bien intencionada en contextos de adoración. (Piense en Uza tocando el arca del pacto, 1 Crónicas 13:5–10).

Es maravilloso ver como la una oración llena de piedad puede arrebatar almas de las garras de Satanás, ¿Hacemos nosotros este tipo de oraciones de intercesión por las almas?, ¿Estamos interesados en rescatar a aquellos que se encuentran perdidos?, el poder en la raciono de Ezequías radica en el interés de Ezequías por las almas, su interés de acercar a otros a Dios, no era un interés egoísta, Ezequías estaba pensando en lo que Dios quería.

2. Ezequías oró para que Dios liberara a Jerusalén de los asirios circundantes.


Los asirios se habían tragado todos los reinos vecinos, incluido Israel, al norte. Dios respondió nuevamente. Fue una oración magnífica (2 Reyes 19:14-20) que recibió una respuesta sorprendente (2 Reyes 19:21-37).

Una vez más, un vínculo directo conecta la respuesta milagrosa de Dios (Isaías 37:20 "Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.") con la petición de Ezequías (Isaías 37:15). Dios no atribuye su conocimiento de las palabras de Senaquerib (Isaías 37:2) a su propia Omnisciencia (aunque podría haberlo hecho). Atribuye tanto su conocimiento como su decisión de actuar como una respuesta a la oración de Ezequías.

Algo muy importante de mencionar es que Ezequías ora a Dios pidiendo ser librado de sus enemigos, pero cuando clama a Dios sus palabras son "líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.", Ezequías no pretendía robarle la gloria a Dios, no pretendía engrandecer su propio nombre, Ezequías no buscaba fama ni reconocimiento, ni gloria de hombres, lo que Ezequías pidió en oración fue que todos reconocieran que solo Jehová era Dios.

3. Ezequías, oró incluso en circunstancias aparentemente irreversibles


Ezequías tenia treinta y nueve años, cuando oró para que Dios le perdonara la vida (2 Reyes 20:3). También te puede interesar leer nuestro articulo Las Lágrimas de Ezequías

Ezequías oró incluso frente a circunstancias divinamente pronunciadas y aparentemente irreversibles (2 Reyes 20:1-2). De hecho, Dios respondió su oración inmediatamente (20:4–6 "Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová."), añadiendo incluso (a petición de Ezequías) una señal confirmatoria de proporciones astronómicas (20:8–11). 

¿Con qué frecuencia Dios mismo pronuncia un pronóstico y luego lo revierte completamente sólo porque el paciente oró? Me vienen a la mente algunas ocasiones algo similares (por ejemplo, Éxodo 32:10-12; Números 14:12-19 "Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?, ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo."; podemos mencionar también la oración de Abraham para que Dios permitiera a Lot salir de Sodoma y Gomorra antes de que fuera destruida).

Ezequías tuvo el oído de Dios a su disposición de una manera notable. Ahí radica el privilegio distintivo de Ezequías; y ahí radica su responsabilidad espiritual. 

Crónicas registra el orgullo lamentable (aunque temporal) de Ezequías en respuesta a la sorprendente respuesta de Dios a su oración (2 Crónicas 32:25). Un rey genuinamente piadoso que experimentó respuestas asombrosas a sus oraciones, sucumbió al perpetuo obstáculo de lo espiritual: la presunción y el orgullo ante la bondad y la gracia de Dios. 

Debemos recordar que las respuestas notables a la oración no tienen nada que ver con nuestro merecimiento o nuestro “poder en la oración”, sino con la bondad y la gracia de un Dios grande y poderoso.

El verdadero secreto de la oración


La advertencia de Jesús sobre la oración pagana


Siempre han circulado supuestos secretos de una oración poderosa, a algunos de ellos Jesús se dirigió en sus enseñanzas. 

Jesús descarta la idea de que orar más y más intensamente es el secreto del poder en la oración como una característica de las oraciones de los paganos, quienes piensan que serán escuchados si acumulan suficientes palabras (Mateo 6:7-8 "Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos."). Eso no significa, por supuesto, que orar durante mucho tiempo sea inherentemente malo. El énfasis de la corrección de Jesús está en el motivo o mentalidad detrás de la oración. Es pagano considerar las largas oraciones como actos meritorios que merecerán la atención y el favor de Dios.

Muchos de nosotros hemos caído también en este error, pensamos que merecemos lo que pedimos a Dios en oración, por eso muchas veces no logramos aceptar que la respuesta de Dios a algunas de nuestras oraciones es un simple NO.

En sus enseñanzas sobre la oración, Jesús nos deja un modelo a seguir y es el Padre Nuestro, ahí nos enseña a pedir la voluntad de Dios en todo lo que pidamos, ¿Estamos orando bajo ese modelo Bíblico?  

La enseñanza de Jesús sobre la oración persistente


Otro concepto erróneo sobre el poder de la oración es que el secreto para una oración poderosa es la perseverancia.

Jesús ciertamente anima a la perseverancia en la oración. Dos de sus parábolas alientan esa perseverancia: el amigo a medianoche (Lucas 11:5–8) y el juez injusto (Lucas 18:1–8). El error radica en malinterpretar el significado de estas parábolas, como si la tenacidad, la urgencia o el fervor de uno fuera la clave para persuadir (o incluso obligar) a Dios a actuar.

El estímulo de estas parábolas en realidad reside en la verdad opuesta. Jesús nos exhorta a perseverar en la oración, a seguir orando y nunca dejar de orar (Lucas 18:1), precisamente porque Dios no es como un amigo rencoroso que se despierta a medianoche o un juez injusto al que hay que acosar para que responda a nuestros clamores. 

En este pasaje de Lucas 18:1–8 Jesús, no llama nuestra atención sobre la viuda ni nos exhorta a ser como la viuda, sino a “oír lo que dice el juez injusto” (18:6) para enfatizar que Dios no es como alguien que debe ser engatusado para que entrara en acción. Si puedes esperar que tu amigo responda a tu clamor de ayuda a medianoche, ¿cuánto más lo hará Dios?. 

Los cristianos oramos a un Dios que está ansioso por respondernos cuando sea el momento adecuado, aunque la respuesta misma pueda demorarse. Nos considera con ternura como a un padre (Lucas 11:11-12), y con simpatía como un juez justo que escucha los clamores de sus elegidos día y noche (Lucas 18:7-8).

La lección de Jesús sobre la oración que mueve montañas


Jesús hizo una promesa asombrosa  a sus discípulos sobre la oración en Marcos 11:23 "Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho"

El contexto de esta notable seguridad sobre el poder de la oración es la maldición de Cristo a la higuera, en respuesta al asombro de los discípulos por cómo el árbol se había secado tan repentinamente, Jesús no se centra en el poder de la oración, ni en el poder de la fe (“ten fe”), sino en el poder ilimitado de Dios accesible por la fe (“ tener fe en Dios "). 

La referencia de Jesús a la capacidad de los discípulos no sólo de hacer lo que él le hizo a la higuera, sino incluso de mover “esta montaña” (no simplemente una montaña), sugiere que Jesús estaba hablando de manera bastante literal.

El punto de Jesús, sin embargo, no es que la oración es tan poderosa que puede mover literalmente una montaña al mar (¿quién necesitaría pedir esto?). La cuestión es la ausencia de cualquier limitación a lo que Dios puede hacer cuando su pueblo pide con fe en Él . Jesús aplica esto específicamente a la oración creyente, que no conoce límites porque Dios no tiene límites aparte de su carácter y su voluntad.

Esta lección puede parecer fuera de lugar aquí, porque Jesús no estaba “orando” cuando maldijo la higuera. Pero los discípulos no le preguntaron: “¿Por qué hiciste esto? ¿Qué quiere decir esto?" Entonces, Jesús no está aquí respondiendo esa pregunta. En cambio, expresaron asombro sólo por el evento en sí ( Marcos 11:21) y querían saber no por qué sucedió sino cómo sucedió (Mateo 21:20). La respuesta de Jesús, por lo tanto, aborda esa pregunta específica, aprovechando la oportunidad para enfatizar que la oración creyente es poderosa porque accede a un Dios ilimitado.

La apelación de Santiago al ejemplo de Elías


Expresado en un contexto inundado de oración (Santiago 5:13-18), Santiago 5:16 "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho" es quizás el pasaje citado con más frecuencia sobre el tema del poder de la oración.

Los primeros versículos de este párrafo se centran en la importancia de la oración en experiencias de aflicción, enfermedad o debilidad (5:13–16). 

La declaración final de 5:16 da paso a una ilustración del Antiguo Testamento de la eficacia de la oración a partir del ejemplo de Elías, sin embargo, la expresión “la oración eficaz del justo puede mucho” “raya en la tautología”, ya que “lograr mucho” es lo que significa ser “efectivo”. En cambio, el participio al final de 5:16 probablemente se traduzca mejor como “adverbial y temporal”: la oración de una persona justa tiene mucha capacidad cuando se ejerce ,o la oración del justo es muy poderosa en su efecto.

Santiago termina su carta con un amplio estímulo sobre el poder y la provisión de Dios accesibles a través de la oración: en la aflicción (5:13), en las enfermedades graves (5:14-15), en las relaciones en la iglesia (5:16) y en general (5:16-18). También puedes visitar nuestra pagina Devocionales Cristianos Cortos, seguramente será de mucha bendición para ti.

Una oración poderosa


El poder de la oración no reside en la oración misma, ni en su fervor o tenacidad, sino en el Dios a quien oramos. 

La oración es poderosa sólo porque accede a la omnipotencia, la compasión y la justicia del Dios que ha prometido escuchar y responder las oraciones de su pueblo. La narrativa del encarcelamiento de Pedro en Hechos 12: 8 yuxtapone vívidamente “el mundo y la iglesia, enfrentados uno contra el otro, cada uno empuñando un arma apropiada." . 

Por un lado estaba la autoridad de Herodes, el poder de la espada y la seguridad de la prisión. Por otro lado, la iglesia recurrió a la oración, que es el único poder que poseen los impotentes, porque apelan “Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20)

Jamas debemos olvidar que los resultados que obtengamos como respuesta a nuestras oraciones jamas deben robarle la gloria a Dios, nunca deben engrandecer nuestro nombre sino que deben engrandecer el nombre de nuestro Señor Jesucristo (Efesios 3:21 "a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén")