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Tormentas en el liderazgo


¿Liderazgo y tormenta?

Tormentas en el liderazgo


Tormentas, periodos difíciles


Las tormentas para muchos no son agradables, pero en lo natural sin ellas no habrían cultivos, tampoco habría la vegetación necesaria para alimentar a los animales que posteriormente consumimos con todos sus derivados, es decir, que esas tormentas son un mal necesario para sostenernos, lo mismo ocurre con las tormentas en el liderazgo, muchas veces no son gratas, pero son necesarias para nuestro crecimiento, en ocasiones provocan caos y destrucción, pero luego son el trampolín que usaremos para alzar el vuelo y extender nuestras alas hacia las alturas con la ayuda de Dios.

Si bien es cierto, en lo natural las tormentas constantes causan muchos estragos en los cultivos y en las infraestructuras, algunas causan grandes daños materiales y otras incluso cobran vidas, en lo espiritual quizás has pasado por muchas tormentas que te han dejado espiritualmente cual indigente, sin nada. Las tormentas se han llevado tu fe, tu esperanza y sobre todo tu confianza, ¿Es esa tu situación actual?. También te puede interesar nuestro articulo Compromisos en el liderazgo.

Si estas atravesando tiempos difíciles, quiero decirte que Dios no deja nada al azar, todo pasa con un propósito. Quizás ya lo has escuchado antes, pero es algo real y quiero que medites en esto, "Después de cada tormenta viene la calma", ten ánimo, esa calma esta por llegar pues Dios no pondrá mas carga de la que puedes llevar; recuerda que también "después de cada tormenta aparecerá un arcoíris", el símbolo de una promesa que Dios hizo muchos años atrás, ese arcoíris trae esperanza, pronto las lluvias de problemas en tu vida se irán y podrás ver las promesas de Dios abriéndose paso en tu vida, ¿Lo puedes creer?

Tormentas en el Liderazgo


Todo liderazgo implica solución de problemas, problemas antes, durante y después de un proyecto por ejemplo; en el camino nos encontraremos con la difícil tarea de lidiar y resolver los ánimos encontrados a favor o en contra de una visión, en este tipo de situaciones muchas veces surgen líderes que tienden a capitalizar situaciones de caos para consolidar su propia imagen y erigirse como los salvadores del momento. No obstante, la tarea del auténtico líder no es sobresalir, sino como decíamos al principio, su tarea es solucionar problemas y unificar la visión.

El caos, que no es generado artificialmente sino que surge como consecuencia natural y directa de la crisis, produce el liderazgo que se dimensiona y aquilata en medio de la tormenta; ¿Que tipo de liderazgo es este?

Tempestad en el mar, ¿Tormentas en el liderazgo?


Para un marco referencial tomaremos el viaje marítimo del que Hechos 27:13-38 nos cuenta, pues en él aparecen aspectos determinantes para el liderazgo en la tormenta.

1. En el mar siempre habrá olas


Cuando iniciamos nuestra travesía, las primeras etapas generalmente inician en paz, pero ya embarcados no hay que olvidar que en el mar sólo hay olas: enormes, grandes, medianas y pequeñas; así que, no puedes querer estar dentro del mar y no sentir el movimiento de las olas.

Ahora bien, si cuando el mar esta calmo aun sientes el movimiento de las olas, imagínate estar en medio del océano a la hora de una tormenta, ¿Un gran reto verdad?, pues así es el liderazgo, un gran reto en el que no solo disfrutaras de la hermosa puesta de sol desde un barco en el océano, sino que también debes estar dispuesto a soportar ese movimiento constate y arriesgarte a la posibilidad de enfrentar una gran tormenta.

Por eso, si algún líder no quiere que las olas lo azoten mejor que no se embarque en este maravilloso viaje, pero debes estar consiente de que si no te embarcas jamas llegará lejos.

Ahora bien, si decides embarcarte, hay un Dios que no te dejará solo jamas, un Dios al que aun el viento y el mar le obedecen, un Dios que no te pondrá mas carga de la que puedas llevar, ese Dios te sostendrá cuando sientas que te faltan las fuerzas para seguir en pie, te levantará cuando las olas te golpeen fuerte, ese Dios te llevará de la mano, te ayudará a atravesar la tormenta y te pondrá en tierra firme.

En este pasaje vemos a Pablo animando a los tripulantes de la nave, Pablo tenia la confianza de que Dios guardaría sus vidas en aquel viaje, probablemente mientras mas golpeaban las olas aquella nave, mas se aferraba a la promesa que Dios le había hecho "Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo." (Hechos 27:24)

Dios estaba enviando a Pablo a una misión y sin importar cuanto azotaran las olas aquel barco, nada acontecería a Pablo ni a los tripulantes de aquella nave, ¿Sabe porque?, porque Dios nunca desampara la obra de sus manos, así que, podrán llegar olas muy altas a tu vida, tu liderazgo podrá ser azotado fuertemente por las olas, incluso podrías llegar a perder la nave, pero Dios te seguirá sosteniendo para que puedas cumplir con la obra que te ha encomendado, "No temas" fueron las palabras dadas a Pablo, esas mismas palabras Dios te las dice hoy, "No temas a las olas""No temas cuando escuches gritos desesperados de los que te rodean", "No temas ni renuncies", Dios está contigo.

Siempre que intentes hacer las cosas bien, llegaran olas a tu vida, el enemigo querrá hacerte desistir de tu llamado, pero recuerda "Mas Fuerte y Poderoso es el que esta con nosotros que el que esta en el mundo". También te puede interesar nuestro articulo Un antídoto para el temor

2. En el mar siempre habrá vientos


Otra cosa que no podemos olvidar es que ademas de las olas, el mar siempre soplará el viento, pero cuando se aproxima una tempestad, la primera alerta es el fuerte viento que empieza a soplar.

Entonces debemos de tener muy en cuenta que al tiempo de navegar se asoma la oposición; Hechos 27:14 nos dice "Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado".

 Los vientos eran contrarios, siempre que quieras servir a Dios con excelencia vendrá la oposición, vendrá gente que no este de acuerdo con lo que haces, gente que señale, critique y hasta quiera tomar el control de todo y hacerlo a su manera.

Los vientos empiezan como una pequeña brisa y si te descuidas y no tomas precauciones cuando estos vientos se tornen huracanados podrán causar caos en tu liderazgo.

Las crisis o los problemas generalmente no se resuelven solos, a veces “darle tiempo al tiempo” o ignorar el problema solamente los hace crecer y muchas veces los hace difíciles de controlar. Es mejor evaluar la conveniencia de tomar otra alternativa y adoptar cambios, a veces dolorosos, aunque sin el abandono de la visión.

Los hombres que iban en la nave con Pablo sintieron la brisa, un viento quizás refrescante y aparentemente favorable; entonces confiadamente levaron anclas, quitaron aquello que les ayudaría a permanecer firmes cuando el viento azotara con fuerza.

Es necesario pedir en todo tiempo la dirección de Dios y el discernimiento de espíritus para poder identificar los vientos contrarios que vienen a nuestras vidas, un pequeño descuido o ignorar algo pequeño puede se la causa de nuestro naufragio espiritual, y no solo esto, podemos arrastrar con nosotros a aquellos que nos rodean.

Anteriormente habíamos dicho que el líder es un solucionador de problemas, pero para solucionar problemas debemos aprender a identificarlos; un pequeño ejemplo de estos problemas sin identificar podría ser un pequeño mal entendido.

Para que meditemos un poco, quiero compartir una pequeña anécdota, algo real que ocurre muy a menudo. Hace unos años empezamos un proyecto de construcción de aulas para escuela dominical, las hermanas empezaron a trabajar arduamente en la preparación e alimentos para venderlos y recaudar fondos, estábamos todos muy motivados, pero como de costumbre empezaron las olas de problemas y los vientos de oposición.

Una de las hermanas que preparaba los alimentos dejo de apoyar, cada que se le pedía apoyo ponía cualquier excusa para no asistir, empezó a congregarse cada vez menos y de pronto dejo de asistir a la iglesia, en el grupo de hermanas que quedaba empezó a existir cierta inconformidad, no querían trabajar con ciertas hermanas y todo por un pequeño mal entendido que hubo en la cocina, ese pequeño mal entendido había dejado a una hermana muerta espiritualmente y a otras las había dejado heridas, como consecuencia el proyecto de construcción iba cada vez mas lento.

Cuando se empezó a ver la raíz de todo el problema nos dimos cuenta que todo había sido un mal entendido en el grupo que coordinaba las actividades de la cocina, un mal entendido del que nunca se hablo, por lo tanto nunca se aconsejo y como consecuencia teníamos a hermanas divididas y otra que había decidido mejor dejar de asistir; lo que trato de decir con esta experiencia que tuvimos con estas hermanas es que siempre habrán problemas, siempre habrán obstáculos, pero como lideres no podemos ignorar el problema, debemos hacer frente a la situación, pedir dirección a Dios y actuar antes de naufragar.

Todo líder debe pedir a Dios ese don de discernimiento de espíritus, estar apercibido, poder discernir cuando el viento es favorable para elevar anclas o cuando los vientos pueden ser problemáticos para lanzar todas las anclas necesarias para no ser movidos y volcados de este camino.

No podemos impedir los vientos de las tormentas, pero si podemos tomar las medidas necesarias para mantenernos a flote.

3. En la tormenta, la voz del líder se debe escuchar


Cuando hay problemas y dificultades para conseguir un proyecto, puedes estar seguro de que las malas decisiones y malas opiniones surgirán.

Un amigo en una ocasión dijo "Cuando alguien esta enfermo abundan los que se creen médicos", es algo real, escuchamos de una enfermedad y en seguida empezamos a recomendar remedios caseros, medicamento que nos han caído bien y otros incluso hasta diagnostican la enfermedad.

En medio de tantas ajenas y malas decisiones el líder debe surgir en medio de la tormenta y hacerse escuchar; recordemos que si hay una voz, hay visión, pero si hay varias voces entonces hay división y confusión; entonces, en tiempos de tormentas y vientos huracanados donde las olas azotan con ímpetu nuestra nave, la voz del líder se debe escuchar por sobre todos los lamentos y quejas que puedan haber en la tripulación, la voz del líder debe consolar, animar y exhortar si es necesario, guiar al pueblo a seguir una misma visión y un mismo propósito, esto fue lo que Pablo hizo, ayudo a la tripulación a creer el la promesa y los propósitos de Dios para con ellos.

La navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida si el líder se deja intimidar por las grandes olas y los fuertes vientos, si los comentarios, murmuraciones y criticas destructivas te desaniman como líder, ¿Que se puede esperar que suceda con tripulación?. 

Las voces de los espirituales deben de ser escuchadas y tomadas en cuenta, esas voces son las que levantan al caído e infunden ánimos a los que están desanimados, así que no calles cuando debes de hablar, de lo contrario Dios levantará a otro que haga lo que tu no quieres hacer. 

¿Sabes porque había pánico en la nave en la que Pablo estaba?, cuando las olas azotaron la nave y los vientos la movían de un lado a otro, el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía, la gente creía que los expertos en la materia eran el piloto y el que estaba a cargo de la embarcación, es común que los expertos y experimentados navegantes puedan tener mayor credibilidad ante la gente, pero las mujeres y los hombres espirituales que doblan sus rodillas todos los días y muchas veces al día son guías que Dios ha colocado en su Iglesia para nuestra bendición, ¿Porque no escucharlos?, ¿Porque no creer a lo que Dios dice a través de ellos?. 

Muchos de nosotros creemos las mentiras que el Diablo nos dice por medio de "expertos en el tema", hemos empezado a vivir las mentiras del enemigo y hemos olvidados las promesas de bendición, protección y seguridad que Dios nos ha hecho.

No escuches las voces del enemigo diciéndote la forma en que debes vivir y actuar, sigue la voz de Dios a través de tus lideres, y si tu también eras líder, hazte escuchar, que otros escuchen el mensaje de animo y esperanza que Dios dará a través de ti, no calles antes los supuestos experto, habla a tiempo y fuera de tiempo, no dejes apagar tu voz, no escondas tu luz debajo de una cama por miedo a lo que puedan hacer contigo o miedo a lo que puedan pensar o decir de ti, levántate como Pablo y dale al pueblo la seguridad de que Dios esta con nosotros.

En medio de la crisis empieza a voltear no al piloto ni al patrón de la nave, sino a quien tiene la vida sumergida en el corazón de Dios, otros hará lo mismo que tu, quizás tu veras a tu pastor, otros te verán a ti, no importa donde estés tu corazón debe ver a Dios en medio de la tormenta.

El líder debe estar equipado para la tempestad con estrategias y metodologías, ¡pero sobre todo con su vida devocional! Las primeras pueden fallar por el tamaño de la tempestad, pero la segunda es la que lo mantendrá a flote y a quienes están en la misma embarcación con el.

4. El Líder jamas debe abandonarse a la tormenta


Al inicio de la embarcación todo estaba en calma, podemos decir que la gente incluso quizás hasta estaba feliz, pero no mucho después se desata la tormenta, el control se pierde, las fuerzas arrebatan y entonces, ¡al abandono!, nos dejamos llevar; " Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar" Hechos 27:15

a.) Cuando nos dejamos llevar por la tormenta, ya no se navega para donde se quiere sino para donde se puede, para donde se te lleve el viento. 


Muchos estamos dejándonos llevar por los problemas, por la enfermedad, por la escases y muchas otras cosas mas, nos abandonamos al viento y es entonces donde empezamos a cambiar nuestros planes, nuestros proyectos e incluso cambiamos nuestras prioridades, pero el líder que tiene su vista en Jesucristo jamas cambia de objetivo, no aparta la vista de su blanco perfecto, quizás cambie de tácticas o de estrategias, pero jamas cambia el propósito que Dios le ha dado, jamas abandona los planes de Dios por dejarse llevar por lo difícil de la misión que se encomendó.

Como dije al principio, todo buen liderazgo sera puesto en el mar de este mundo donde las olas lo golpearan y los vientos lo azotaran con fuerza, pero jamas debe abandonarse a al viento ni dejarse atemorizar por lo grande de las olas, de lo contrario terminará ahogado en este mundo, los propósitos de Dios en tu vida morirán y se ahogará toda esperanza si te dejas llevar por los vientos, perderás dirección, perderás propósitos, perderás tu visión y perderás lo mas valioso, perderás a Dios. También te puede interesar nuestro articulo Siete veces cae el justo y vuelve a levantarse

Querido líder, quizás llevas mucho tiempo luchando por mantenerte a flote, peleando con las olas y resistiendo al viento, quizás estas en un punto de cansancio en donde quieres abandonar todo y dejar "Que pase lo tenga que pasar"; quiero decirte que estas lineas son para ti, no te canses, no renuncies, no abandones la esperanza, confía, en medio de los vientos alza tu bandera de esperanza y confianza en Dios, dile al mundo y al Diablo que tu no estas al control de la barca, el control lo tiene Jesucristo y ese capitán jamas dejará que su barca y sus tripulantes perezcan, tu solo has tu parte, tu solo escucha y obedece las órdenes de tu capitán y al final del día veras como la oscuridad se va, verás como los vientos se calman, verás un precioso sol resplandeciente y dirás "Hasta aquí me ayudo el Señor"

 b) Si te abandonas al viento, a brújula ya no importa 


Si los tripulantes de la nave pretendían dejarse llevar, abandonarse al viento, ¿Que sentido tenia una brújula para ellos en ese momento?

La brújula indica los puntos cardinales con el propósito de que ubiques y sepas hacia donde ir, pero si te dejas llevar por el viento, quedaras en medio de la nada y muy lejos de tu objetivo.

En el liderazgo, nuestra brújula es Jesucristo, nuestro mapa es la palabra de Dios, pero sin brújula, el mapa se vuelve un trozo de papel que no puedes usar o entender, todo líder necesita la brújula del Espíritu Santo para que guie su vida, para que le muestre el camino que debe seguir.

El problema de dejarnos llevar por el viento es que abandonamos la brújula, nos quia el problema o la situación que atravesamos y hacemos caso omiso a lo que el Espíritu nos esta indicando, la palabra intenta guiarnos, pero sin brújula no la entendemos y la desechamos, desechamos hermosas predicas, hermosas enseñanzas, hermosos seminarios y consejerías, porque no queremos usar la brújula.

Querido líder, los vientos te pueden arrastrar a un peñasco espiritual donde tanto tu nave como tu vida puede quedar destrozada, si usas la brújula, veras el mapa y entenderás donde esta el peligro y lo evitaras con la ayuda de Dios, así que, no te abandones a los vientos por muy dura que sea la situación, sigue luchando que Dios también esta en el mismo barco que tu y no dejará que salgas herido.

 No dejes tu vida fuera de control, no quedes a la deriva, usa la brújula que ahora mismo llevas, revisa tu mapa y vuelve al comino que Dios ha trazado para tu vida.

En la tormenta, no pierdas la esperanza


En una tormenta tan fuerte la sobrevivencia misma se pone en jaque. La crisis  esta en su máximo desarrollo natural y cada vez genera más crisis. 

La situación de la nave era dura, inesperada y aterradora, viento, huracán, furiosa tempestad, oscuridad; eso es lo que describe Hechos 27:20 "Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos" ¿Pude usted imaginarse la situación?

Por experiencia propia, se muy bien lo difícil que e mantener la esperanza luego de años de lucha, se lo duro que es mantener la misma ilusión del principio cuando empiezan los problemas, se muy de primera mano lo doloroso que es tener tantos planes y proyectos de bendición y ver a una tripulación ya ha abandonado toda esperanza. 

Pero también se por experiencia propia que Dios jamas abandona, puede estar todo patas arriba, pero Dios llega a poner orden, puedes estar cansado pero Dios te sustenta y te da fuerzas, puedes querer abandonarlo todo, pero Dios llega, toca tu hombro y dice "No temas", puedes estar a punto de perder la esperanza ahora mismo, pero se que esa brújula sigue indicándote el norte, se que aún tienes el mapa en tu mano, se que aún quieres llegar al lugar que Dios un día te mostro, así que no pierdas la esperanza.

No pierdas la esperanza, Ten  buen ánimo


Ahora mismo al igual que Pablo, también te exhorto a tener buen ánimo; no tengas miedo, no habrá ninguna pérdida de vida, Dios cuidará de tu liderazgo, de tu ministerio, de tu familia, de tu matrimonio, de tu salud, Dios cuidara de todo aquello que temes que naufrague, así que ten buen ánimo.

No te desanimes, vive tranquilo, come tranquilo, duerme bien, no te preocupes por nada, has tuyo ese hermoso pasaje "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias".  Filipenses 4:6

Las condiciones de la vida natural o espiritual nos pueden lanzar al mar y exponernos a las tempestades, pero la gracia divina nos sustenta y provee lo necesario para tener vidas de bendición y crecimiento espiritual, siempre en la comunión de su presencia y contando con líderes adiestrados y eficaces en la tormenta.

¿Como podemos llegar a ser eficaces en la tormenta?, atravesando por tormentas, ahí ganamos experiencia, ahí somos entrenados, ahí obtenemos lo que necesitamos para nuestro crecimiento.

Querido líder que lees estas cortas lineas, no evites lo tormenta, no huyas de la tormenta, no ignores la tormenta, simplemente enfrenta la tormenta sin dejarte llevar por los vientos, sin tirarte al mar por miedo a las olas, enfrenta la tormenta y no sueltes tu brújula, sigue viendo el mapa, pronto los vientos se irán y las olas se calmaran, veras el sol resplandecer y te darás cuenta de la gran victoria que Dios te ha concedido, te darás cuenta de su respaldo, experimentaras la maravillosa sensación de saber que Dios esta contigo, esta de tu lado y jamas te dejará solo en medio de una tormenta, Dios te conducirá a tierra firme siempre, confía, ten animo!