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Cuando la dificultad llama a tu puerta


¿Sientes que los acontecimientos te superan?

Cuando la adversidad llama a tu puerta

Las adversidades en nuestra vida diaria


¿Alguna vez te has sentido desbordado por los acontecimientos que te pone por delante la vida misma?, ¿Has pensado que era demasiado, pero al final has salido adelante?; ¿Has pensado la forma en que enfrentas esos acontecimientos? 

Hoy quiero que meditemos en un cuento que habla de cómo afrontas la adversidad en tu vida diaria.

¿Como crees que eres?


¿Eres duro por fuera, pero luego eres blandito por dentro? ¿O por el contrario tienes la cualidad de resurgir de tus cenizas cada vez que sientes que la vida te da una bofetada?

La actitud con la que enfrentas una situación dice mucho de ti, pero sobre todo, marca la diferencia entre el éxito o el fracaso frente a tus adversidades.

La historia de la zanahoria, el huevo y el café


Un hombre tenia una hija que se quejaba constantemente sobre su vida y sobre lo difícil que le resultaba salir adelante. Estaba cansada de luchar y no tenía ganas de nada; cuando un problema se solucionaba otro nuevo aparecía y eso le hacía resignarse y darse por vencida fácilmente.

El padre de la joven le pidió a su hija que se acercara a la cocina de su cabaña y que tomara asiento. Después, llenó tres recipientes con agua y los colocó sobre fuego. Cuando el agua comenzó a hervir colocó en un recipiente una zanahoria, en otro un huevo y en el último vertió unos granos de café.

Los dejó hervir sin decir palabra mientras su hija esperaba impacientemente sin comprender qué era lo que su padre hacía. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café.

Miró a su hija y le dijo: "¿Qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Le quitó la cáscara y observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su dulce aroma. Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, papá?"

¿Zanahoria, huevo o café?


Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo. Pero habían reaccionado en forma muy diferente.  También te puede interesar nuestro articulo Dios trabaja en nuestra autoestima

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, frágil y muy fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. El café sin embargo era único; después de estar en agua hirviendo, había cambiado el agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?, ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido, te has vuelto dura, rígida e insensible? Por fuera eres igual pero, ¿cómo te has transformado por dentro?"

"¿O eres como el café? El café cambia el agua, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren."

¿Que eres?, ¿Zanahoria, Huevo o Café?


Y tú, ¿Cuál de los tres eres?, a mi mente viene Pedro, era alguien de carácter fuerte, tenaz, valiente, pero cuando Jesús fue arrestado el temor lo inundo y termino huyendo, negando al maestro, se había vuelto una frágil zanahoria.

Si pensamos en el huevo, podemos recordar a Elí un sacerdote consagrado a Dios, las circunstancias lo fueron endureciendo a tal punto de perder el celo por lo sagrado, el temor a Dios y su comunión con Dios. También te puede interesar leer La tolerancia de Elí con sus hijos

Pero cuando pienso en el café y el agua hirviendo en su punto de ebullición mas alto, solamente puedo pensar en José, ¿Que cosa no pasó José?, cada circunstancia y cada adversidad lo formo en el hombre mas importante en todo Egipto después del faraón, su esencia había salido a flote, no se endurecido llenándose de amargura contra su familia, tampoco se puso frágil y lleno de inseguridades, José se convirtió en un hombre que emanaba confianza, valor, dominio, firmeza, etc. su aroma era exquisito, a todos les gustaría alcanzar ese aroma de José pero seguramente nadie querría aceptar el proceso por el que pasó.

Cuando la dificultad llama a tu puerta


Ser un huevo o una zanahoria no te ayudan a tirar para adelante, pero si te has sentido identificado con alguno de ellos es tiempo de reflexionar. ¿Qué sentido tiene en tu vida ser huevo o zanahoria?, ¿De que forma contribuye a tu vida ser un huevo o una zanahoria?

Recuerda que las circunstancias son poderosas, pero tú con la ayuda de Dios eres mucho más.

Las dificultades forman parte de la vida


Las dificultades forman parte de la vida y es natural que aparezcan. Es importante que lo puedas aceptar y no intentes luchar y oponerte a ellas, pues cuanto más te opones, más sufrimiento interior tendrás. Intenta encontrar el aprendizaje detrás de cada obstáculo que la vida te ponga delante, pues te será más fácil poder abordarlo.

Tu eres quien escoge, puedes posicionarte el resto de tu vida siendo la víctima de tus circunstancias o el protagonista de tu vida. ¿Qué eliges?. También te puede interesar nuestra pagina Devocionales Cristianos Cortos.