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Enseñanza cristiana sobre la alimentación de los cinco mil


Alimentación de los cinco mil


Alimentación de los cinco mil


Cuando se sirve la comida, aparecen todos


Eche un vistazo a esta escena que encontramos en el libro de Mateo 14:13-21, ahí podemos ver la historia de cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños, que que comieron del pan del Señor, increíble, fueron alimentado por el mismísimo Señor Jesucristo. Esto es maravilloso, y lo mejor de todo es que aún estamos invitados a comer de la mesa de nuestro Dios.

Aquellos contemporáneos de Jesús comieron del pan que había multiplicado milagrosamente, comieron de un pan bendito y todos se saciaron, quizás estaban sorprendidos  y entusiasmados, seguramente también estaban agradecidos, pues habían sido alimentados por Jesús, pero después de haber comido tristemente dejaron al Señor, y cada uno de ellos volvió a su casa, volvieron a su vida de antes, siguiendo sus propios pensamientos y deseos.

Y ¿Qué pasa con nosotros?, hay muchos hoy en día que van a los servicios, reciben la palabra de Dios en su corazón y se gozan al momento de recibirla, están siendo alimentados, pero luego, salen del servicio como si nada hubiera pasado, se olvidan de Dios y de la palabra que les fue impartida.

Algunos otros quizás hasta se sientan orgullosos al pensar que Dios esta contento con el simple hecho de que ellos se tomaron la molestia de dedicarle tiempo e interés a la palabra; espero que usted no sea de esos que solo quiere recibir, que solo quiere ser alimentado e esos que solo quieren beneficiarse de Dios para obtener todos sus deseos y luego olvidarse de aquel que se tomó la molestia de mirarlo, escucharlo, alimentarlo y sanarlo, querido amigo, nuestro Dios no merece eso.  También puede interesarte leer nuestro articulo Lo que le faltaba a Cornelio Hechos 10

Cuando se sirve la comida, aparecen todos, del rincón de donde se encuentren salen para esperar su alimento, pero luego cada quien vuelve a su casa, ¿Será eso lo que Dios espera de nosotros?

El que comió debe también trabajar


Jesús tiene otra orden para sus discípulos, primero repartir el pan, es decir servir, luego de eso recoger y limpiar, es decir trabajo, y todavía falta la ultima orden, seguirle a la barca y continuar trabajando.

Es maravilloso ver que este es el reflejo de la humanidad, tristemente son miles de millones los que comen del pan, los que reciben las bendiciones de nuestro Dios, pero solo unos cuantos son los que trabajan duro y siguen a Jesucristo, ¿De cual grupo es usted?

¿Puede el Señor hablarle y mandarle una tarea?, la Biblia dice que las ovejas oyen su voz y le siguen, ¿Es usted de los que le sigue o de los que se va luego de haber comido?

Quiero decirle amado lector que no es suficiente ser bendecido por Dios, no es suficiente haber recibido su ayuda durante una crisis familiar o financiera, no es suficiente haber comido el pan una sola vez, Dios quiere que lo siga comiendo todos los días de ese pan del cielo, Dios quiere que lo siga y comparta la mesa con el todos los días.

Todos los Israelitas comieron del maná del cielo, pero no todos ellos llegaron a la tierra prometida, ¿Por qué no pudieron heredar la tierra prometida?, el pan era bueno, les daba fuerza, pero nunca dejaron sus deseos pecaminosos, nunca siguieron la voz de Dios, nunca pusieron sus vidas realmente en la manos de Dios, por eso todos sus intentos de llegar a la tierra prometida fracasaron, solamente aquellos que tenían un espíritu diferente lograron entrar, los sumisos y entregados, los que si escuchaban la voz de Dios y estaban dispuestos a seguirle, hubiera o no hubiera alimento. También puedes leer nuestro articulo David, un joven conforme al corazón de Dios

El pan que aquellos cinco mil recibieron era bueno, les dio fuerzas, esperanza y sobre todo fe, eran suficientes para alcanzar la vida eterna, mas no estuvieron dispuestos a seguir comiendo todos los días del mismo pan, no quisieron seguir a Jesús y cada uno volvió a sus casas. Ahora la pregunta para usted es, ¿Quiere seguir comiendo de este delicioso pan?, si su respuesta es positiva, entonces debe continuar al lado de aquel que le puede dar el pan de vida todos los días, Jesucristo.

Permanecer al lado de Jesús no era fácil, habían trabajos pesados por hacer como atender a mas de cinco mil personas, abrirse paso entre las multitudes, no tener donde dormir, caminar por muchas horas, orar, enseñar, echar fuera demonios, huir de los que querían matarlos, en fin, la lista es larga y grande, pero la recompensa era mucho grande, estar nada mas y nada menos con aquel al que aun el viento y el mar obedecen, estar al lado de aquel a quien incluso los demonios le obedecen, estar al lado de Jesucristo valía todos los trabajos pesados que se pudieran hace.

Tu trabajo no es en vano


Querido lector, quiero a través de estas cortas líneas, animarle a seguir al lado de aquel que puede no solamente darle el pan de bendición, sino también la salvación de su alma y la cura a todas sus dolencias, no importa si son físicas o emocionales, Dios puede sanarle, quizás este sea un camino duro, difícil y muy cuestionado por muchos, pero puedo garantizarle que es el mejor camino.

Puedo asegurarle por experiencia propia que no hay nada mejor que sentarse y comer del pan de vida que nuestro Dios quiere darnos, no hay nada mas precioso que llegar a los pies de nuestro Dios luego de un día duro lleno de presiones y estrés,  solamente doblar las rodillas y empezar a sentir que todo estará bien, que podemos estar tranquilos, esa sensación querido lector nadie se la podrá dar, por eso puedo asegurarle que vale la pena seguir a Jesús, tu esfuerzo y trabajo no es en vano, Dios quiere alimentarte y cuidarte, solo debes seguirlo, después de esta corta lectura no vuelvas a tus mismos deseos y pasiones, sigue a Jesucristo. También puedes visitar nuestra paginas Mensajes y Temas para evangelismo