Alabanza por la bondad de Dios

Esta joya poética ofrece una clave para alcanzar éxito en la vida espiritual: entrar en la presencia de Dios con alabanzas, las cuales incluyen los cánticos, la alegría y la acción de gracias.

Cuando leemos este Salmo nos enfrentamos a un marcado contraste de la diferencia en la percepción del servicio a Dios por parte de aquellos que lo aman en comparación con aquellos que simplemente sirven por deber o miedo. 

Desde los primeros días de la idolatría el hombre siempre ha creado en su mente un dios que busca hacerle daño o al que de alguna manera debe ser apaciguado. Así, todo mal, calamidad o enfermedad es achacado a los dioses. Con este pensamiento la única manera de tener una buena vida es hacer felices a los dioses y a su vez él nos bendecirá en lugar de maldecirnos. También puedes leer nuestro articulo 5 Grandes lecciones en el libro de Oseas

El único Dios real, el Dios que nos hizo y nos posee, busca nuestro bien y nuestra felicidad. Él sólo quiere lo mejor para nosotros en cada situación de la vida. De hecho, dio el primer paso para nuestro bien supremo cuando dio su propia vida por nuestro pecado y lo hizo mientras todavía éramos sus enemigos y vivíamos en pecado. 

En lugar de que fuéramos nosotros quienes hiciéramos algo para apaciguarlo, él hizo posible para que nos reconciliáramos con él. Él dio el regalo más grande que se nos podría dar para que podamos vivir en comunión con él; no sólo por un corto tiempo en la tierra sino en la eternidad. ¿No le parece a usted ese un motivo mas que suficiente para alabarle?

Servid, significa trabajar para algo, laborar para alguien; ser un siervo; adorar. De esta raíz verbal proviene ʿebed, «siervo, esclavo o obrero». Un siervo, generalmente, es alguien que actúa bajo la dirección de un superior. 

La aplicación más significativa de este término la encontramos en el título mesiánico "Siervo de Jehová" de Isaías.  El Sal_35:27 ilustra cuánto nos estima Dios y cuán bondadosamente está dispuesto para con sus siervos. En contraste con los amos y señores humanos, Dios se preocupa profundamente por el bienestar de cada uno de sus siervos.

Servir a un Dios que esta interesado en nuestro bienestar es el mayor privilegio que podemos tener en esta vida y trae consigo el mayor gozo que podemos experimentar. De hecho, Pablo dice que servir a Dios nos da una paz que sobrepasa el entendimiento. Podemos regocijarnos ante las pruebas y los dolores de cabeza porque sabemos que él siempre está cerca. No importa lo que enfrentemos, podemos entregárselo a Dios en oración y saber que él obrará en nuestras vidas para nuestro bien.

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Esto no significa que nuestras vidas siempre serán color de rosa o que nunca enfrentaremos ninguna enfermedad, tragedia, problema o angustia. Significa que a pesar de las dificultades nos regocijamos al saber que él estará con nosotros mientras pasamos por cada una de esas dificultades. Él nos dará fuerza cuando estemos débiles y consuelo cuando estemos afligidos. Él tomará nuestra mano mientras hacemos el último viaje desde esta vida hacia su eterna bienaventuranza, donde viviremos en su presencia para siempre.

En cada oración que dirijamos a nuestro Dios demos gracias por su amor y pedirle que nos ayude a regocijarnos en Él, sin importar lo que enfrentemos. 

Pidamos a Dios una actitud positiva, confiando en que siempre estarás con nosotros y trabajará las cosas para nuestro bien. 

Esta vida y las cosas de esta vida son pasajeras así que vivir para nuestro Dios es lo único que realmente importa, sirva a Dios con alegría, cuando llegue a su presencia gócese, entre por sus atrios con acción de gracias, Dios ama su alabanza, a Dios le alegra saber que hay un pueblo agradecido y adora y alaba su nombre y su misericordia. También te puede interesar nuestro articulo Acción de Gracias y Alabanzas Salmos 100:4