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Me sedujiste y fui seducido Jeremías 20:7


Explicación de Jeremías 20:7

Globos de corazón flotando en el cielo

Jeremías 20:7 contexto


En este sexto y último lamento, Jeremías expresa una angustia profunda en medio de la persecución y casi llega a incluso a blasfemar debido al lenguaje que usa para dirigirse a Dios. 

El oficio de profeta no le ha dado a Jeremías nada mas que abusos y burlas, y a pesar de su deseo de dejar de proclamar el mensaje de Dios, no puede detenerse. 

El lamento termina con una nota positiva de confianza y alabanza (Jeremías 20:13 "Cantad a Jehová, load a Jehová; porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos.") Pero de las alturas de la alabanza, Jeremías cae a las profundidades de la desesperación nuevamente (Jeremías 20:14-15 "Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho.")

Jeremías se encuentra atrapado entre el llamado divino del cual no puede desprenderse, y el rechazo y la persecución de su pueblo, y la traición de sus amigos, maldice el día en que nació. La agonía de su espíritu no tiene límites y las palabras que utiliza son sublimes. También te puede interesar nuestro articulo ¿Tienes corazón de diamante?

Me sedujiste y fui seducido


Levántate por encima del desánimo


El desánimo es parte de la vida. El desánimo surge con mayor frecuencia cuando haces las cosas bien pero obtienes malos resultados. Trabajas duro, pero no progresas. Te presentas a practicar todos los días, dándolo todo, pero pierdes todos los partidos. Pasas tiempo con tu hijo, haciendo todo lo posible por ser el mejor padre, pero tus hijos se rebelan, Esta era la misma situación de Jeremías, estaba dándolo todo por el Señor, iba a donde le decía y hacia lo que Dios le decía, a cambio solo recibió, burlas, ofensas y maltrato, es normal sentirse desanimado en esta situación.

El desánimo hace un agujero en nuestros corazones. Nos hace querer renunciar, decir cosas que no deberíamos decir, agitar los puños ante Dios. Así se sintió Jeremías. Dios lo llamó para hablar un mensaje duro a un pueblo rebelde. Jeremías fue y obedeció, sin embargo el pueblo no recibió bien la palabra de Dios, ¿Le ha pasado algo parecido?, ¿Ha estado anunciando los preceptos de Dios, luchando por hacer la voluntad de Dios, sirviéndole con entrega y no ha sido bien visto por los demás?.

Jeremías en una ocasión enfureció tanto a Pasur, asistente del sumo sacerdote y jefe de seguridad del templo, que el hombre arrestó a Jeremías, lo golpeó y lo metió en la cárcel, encerrándolo en un cepo de modo que su cuerpo quedó contorsionado y retorciéndose de dolor. Jeremías era un hombre que soportó angustia física, emocional, espiritual y profesional. Caminó en una profunda desesperación, todo por hacer la voluntad de Dios.

A pesar de todo lo antes descrito, Jeremías pasó por encima del desánimo, día a día luchamos con los altibajos de las emociones humanas: dolor y alegría, desesperación y deleite, perplejidad y alabanza. Al igual que Jesús, Jeremías nos recuerda que incluso un siervo fiel de Dios puede desanimarse, Jeremías vivió por encima de sus sentimientos y cumplió la voluntad de Dios.

Nosotros también podemos superar el desaliento, nosotros podemos superar todo desánimo, solamente debes dejarte seducir por Dios.

Me sedujiste:


El termino que el diccionario da para la palabra seducir es "Hacer que otra se sienta atraída o enamorada de ella utilizando los recursos necesarios para ello", y Jeremías afirma que había sido seducido por Dios.

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Jeremías a lo largo de su vida no solo escucho insultos y burlas por parte de sus opresores, Jeremías había estado escuchando palabras de ánimo departe de su Dios, había escuchado lo que Dios haría de el.

Cuando Dios hace el llamado a Jeremías vemos las preciosas palabras que Dios le da, dándole a entender que confiaba en que Jeremías podía lograr todo lo que Dios le mandaba a hacer, Dios le dijo "No digas soy un niño", es decir, Dios le dice no digas que no puedes, no digas que no vales, no digas que no eres bueno para esa misión, Dios le estaba diciendo, Jeremías tu eres capaz de eso y mas, Jeremías tu eres valioso e importante, Jeremías yo he estado pendiente de ti mucho antes de que nacieras y sé que eres capaz, ahora dígame usted ¿Cómo no enamorase de ese Dios?

Dios esta repitiendo las mismas palabras a usted desde hace mucho tiempo, Dios esta diciéndole de todas las formas habidas y por haber cuanto le ama, Dios ha hecho tanto por usted y solo esta esperando que usted se de cuenta y se deje amar, se deje seducir.

Fui seducido


Que no le de temor enamorarse de Dios, que no le de temor escuchar su voz diciéndole cuanto le ama, déjese amar por Dios, déjese seducir y vera como empieza a disfrutar de ese amor en todo su esplendor.

Déjese amar y comience usted también a amar a Dios, eso fue el motor de Jeremías en sus días de desánimo, lo que le daba fuerzas era ese amor a Dios, quizás muchas veces quiso renunciar a todo pero por amor a su Dios jamás lo hizo, por eso un uno de los pasajes Jeremías dice que dentro de él había un fuego que no lo dejaba abandonar a Dios.

Déjese seducir por Dios y verá que es fácil enamorarse de Él, es fácil amarlo y amando a Dios se hace fácil servirle, por eso Jesús dijo "porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga".

Cuando amamos a Dios es fácil renunciar a todo lo que nos separa de Dios, cuando le amamos hacemos cosas que quizás no queremos hacer, cuando amamos a Dios dejamos de pensar en nosotros y pensamos solamente en Él. Puedes leer mas en nuestra pagina Sermones y Reflexiones cristianas.