¿Tienes corazón de Diamante? Zacarías 7:12

Zacarías 7:12 "y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu..."

Muchos de nosotros sabemos que el diamante es la sustancia más dura que se conoce en el mundo. Este puede rayar fácilmente un vidrio plano, o sacar chispas contra un metal.

La mayoría de diamantes naturales se forman en condiciones de presión y temperatura extremas existentes a profundidades de 140 km a 190 km en el manto terrestre.

Para tallarlo, y darle forma, se utiliza "otro diamante", ya que es tan duro, que se hace difícil, utilizar metales u otro material para producirle un desgaste. Podría decirse que el diamante, es mecánicamente, un material casi inmutable, no se desgasta, no se oxida, siempre queda igual.

La Biblia compara al corazón del hombre endurecido por el pecado, con un diamante. Muchos han tomado la decisión de poner, su corazón como "diamante" porque al igual que los diamantes naturales, muchos han sido sometidos a condiciones de gran presión (económica, social, emocional y sentimental) y temperaturas extremas (situaciones difíciles, abusos, maltratos físico y verbal, abandono, etc) que con el tiempo les han endurecido, se han vuelto insensibles y sus corazones se ha cristalizado de tal forma que creen que somos inmutables, se han dicho a sí mismos palabras como:

- "A mi nada me va a cambiar, ni afectar, siempre pensaré igual..."

- "No me vengan a hablar de Dios...!"

- "Soy lo suficientemente resistente, y fuerte, para no depender de nadie!"

- "La vida me ha hecho fuerte, no necesito a nadie"

Es decir, desarrollan una "dureza interior" que se enfoca en el rechazo de cualquier cosa que tenga que ver con Dios, y con Su Palabra. (También puedes leer Heridas del alma)

No es que tenían ya un corazón de "diamante"; sino que la Biblia dice que: "pusieron su corazón como diamante". Es el caso de un alma que ya estaba endurecida, pero que ahora, por medio de una decisión consciente, se rebela abiertamente contra Dios, muchos llegan incluso a culpar a Dios de todo lo malo que ha pasado en sus vidas, viven resentidos, heridos y llenos de dolor, el pecado ha endurecido el corazón de muchos, a tal punto que es difícil penetrarlo o romperlo

Dios sigue enviando a esta humanidad, cada día, el mensaje de salvación por medio de Jesucristo. La Biblia nos dice que el corazón de Cristo en la cruz fue como "cera", que se derretía, dentro de él, (Salmos 22:14 "Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas.") El corazón de nuestro gran Dios y Salvador, se funde cual blanda cera, por amor y compasión de ti.

¿Has meditado en el contraste entre la cera y el diamante?, mientras la cera con el calor se derrite y se moldea, el acero no muta, no se transforma, Dios quiere en nosotros un corazón que se derrita en su presencia, un corazón que cuando sienta el calor de las pruebas y tribulaciones se derrita ante Dios y se deje moldear, un corazón que cambie día con día, un corazón que sepa como sentir y no un corazón que en apariencia se vea hermoso pero en realidad es duro, frio y difícil de cambiar.

Estimado amigo (a), Dios testifica que su corazón es blando para contigo, su corazón fue fundido como cera en la cruz del calvario. Nuestro Dios vino a buscar a los "endurecidos de corazón", aquel corazón que cual diamante, brilla orgullosamente, pero que en sí mismo solo es un trozo de cristal frío y sin vida.

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¿Querrás entregar en el día de hoy tu duro corazón y ponerlo en las manos de Dios? El diamante es una piedra preciosa, pero tener un corazón de dicho material, no sirve para la vida; es necesario un corazón, que tenga latidos, que esté vivo. Es necesario un alma perdonada por Dios, lavada por la sangre de Cristo, para tener vida interior. 

¿Cuál corazón quieres tener?, ¿Un corazón vivo, que sienta o un corazón duro y muerto.?, ¿Con cuál te quedarás? ?

La Biblia nos dice lo que Dios quiere con nosotros, Ezequiel 36:26 "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne." Un corazón que pueda sentir a su creador, un corazón que vibre al sentir su presencia, un corazón moldeable y sensible a su Dios.