¿Quién era Bernabé?
¿Quién era Bernabé en la Biblia?
Bernabé fue un hombre con una labor muy importante para la propagación del evangelio en la iglesia primitiva, tenia una forma diferente de ver las cosas y a las personas, razón por la cual a través de su ministerio, muchos llegaron al Señor.
Hechos 11:24 Nos describe un poco a Bernabé "Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor", es importante mencionar que muchos de los que hoy predican este precioso evangelio lamentablemente no son buenos, sino carnales, pero Bernabé era espiritual, no dependía de sus propias fuerzas, no se movía por amor a una ganancia económica, se movía por amor a la obra y amor a Dios; un ejemplo claro de esto es que Pablo usa a Bernabé como un ejemplo de alguien que tiene una perspectiva correcta sobre el dinero y los bienes. Cuando vendió su heredad, trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles (Hechos 4:36-37), y si hablamos de su fuerza y su motivación, estas dependía de Dios pues tenia plena confianza en el poder de su Dios y del evangelio que predicaba.
Conociendo a Bernabé en la Biblia
Bernabé era de Chipre, Hechos 4:36 nos dice que Bernabé vivía en la isla mediterránea de Chipre. Probablemente escuchó el evangelio cuando visitó Jerusalén para Pentecostés.
Su verdadero nombre de Bernabé era José, un nombre hebreo que significa que agregará o aumentará, pero los apóstoles lo apodaron Bernabé (Hechos 4:36-37), que significa
“hijo de consolación”, se lo pusieron probablemente por causa de su inclinación a servir a los demás (Hechos 4:36-37, 9:27) y su disposición para hacer todo lo que los líderes de la iglesia necesitaran (Hechos 11:25-31), en palabras sencillas le encantaba animar y ayudar a los demás. También te puede interesar nuestro articulo
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Era levita, según Hechos 4:36, Bernabé pertenecía a la tribu de Leví. Los levitas eran responsables de los servicios del santuario. Lo más probable es que Bernabé fuera maestro de la ley en una sinagoga en Chipre.
Bernabé poyó a la Iglesia primitiva, vendió un terreno y “trajo el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles” (Hechos 4:37) y para evitar cargar a las iglesias pidiéndoles apoyo, trabajó para mantenerse mientras estaba en el ministerio. (1 Corintios 9:6.)
Recomendó a Pablo, después de la dramática conversión de Pablo, los creyentes dudaron en aceptarlo porque anteriormente había sido un perseguidor de los santos, pero fue Bernabé quien llevó a Pablo a los apóstoles y lo recomendó diciendo cómo Pablo había “visto al Señor en el camino, y que le había hablado, y cómo había predicado valientemente en Damasco en el nombre de Jesús” (Hechos 9:27).
Bernabé era un predicador, podemos leer como los líderes de la Iglesia en Jerusalén enviaron a Bernabé a Antioquía para fortalecer a los miembros en la fe. Bernabé los animó a “continuar con el Señor” y “mucha gente se añadió al Señor”.
Bernabé fue quien llevó a Pablo a Antioquía, Hechos 11:25-26 dice que Bernabé decidió atrapar a Pablo, que había sido enviado a Tarso cuando sus enemigos intentaron matarlo. Cuando Bernabé encontró a Pablo, lo llevó a Antioquía, donde trabajaron juntos durante todo un año, enseñando a la gente.
A través del ministerio de Bernabé con Pablo, los creyentes de Antioquía aprendieron a ser como Jesús en sus palabras, acciones y conducta en general. De hecho, Bernabé y Pablo se parecían tanto a Cristo, que los primeros “seguidores de Cristo” fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía. (Hechos 11:26.)
Bernabé era alguien digno de confianza, cuando se desató una gran hambruna en Jerusalén, los creyentes optaron por enviar ayuda a través de Bernabé y Pablo. Esta elección significó cuánto confiaban los creyentes que Bernabé y Pablo entregarían la ayuda según lo previsto. (Hechos 11:27-30).
Algo importante de mencionar es que Bernabé tenía una vocación especial, Hechos 13:2-5 muestra cómo el Espíritu Santo separó a Bernabé y Pablo para un trabajo especial como misioneros, mientras oraban y ayunaban con otros creyentes en Antioquía. Después de ser ordenados por la imposición de manos, Bernabé y Pablo partieron en su primer viaje misionero juntos.
Además de tener vocación, Bernabé era un líder; estuvo entre los delegados que asistieron al concilio de Jerusalén para discutir cómo hacer la transición de los nuevos creyentes gentiles a la Iglesia primitiva; de hecho, Hechos 15:12 muestra cómo él y Pablo compartieron su testimonio de la obra de Dios entre los gentiles.
Bernabé fue un mentor, pues en el segundo viaje misionero de Bernabé y Pablo, el primo de Bernabé, llamado Juan Marcos, quiso acompañarlos. Pablo se negó ya que Juan Marcos los había abandonado en su primer viaje misionero cuando las cosas se pusieron difíciles. Pero Bernabé tomó a Juan Marcos y lo discipuló mientras Pablo continuaba con Silas. Bernabé hizo un trabajo tan bueno con Juan Marcos que Pablo más tarde le pidió a Timoteo que le llevara a Marcos, ya que se había vuelto útil para él en el ministerio. (Colosenses 4:10; Hechos 13:5; 15:37-39; 2 Timoteo 4:10).
Algo que no podemos dejar de mencionar es que Bernabé era tan humano como nosotros, prueba de esto es que fue influenciado por Pedro, Gálatas 2:13 para que evitara comer con los gentiles mientras estaba en Galacia. Esto era hipocresía ya que Bernabé sabía que Jesús vino como Salvador para todo el mundo y no solo para los judíos. Bernabé era propenso a las debilidades humanas, al igual que cada uno de nosotros.
El nombre de Bernabé aparece 23 veces en Hechos y 5 veces en las cartas de Pablo.
ser como Bernabé
Lo que aprendemos de Bernabé
En Bernabé encontramos un excelente ejemplo de mentor cristiano.
Amor y humildad de Bernabé:
Animó a Pablo y creyó en él cuando nadie más confiaba en él después de su conversión. Cuando Lucas habla de Saulo, previo a su conversión, nos dice que “hacía estragos en la iglesia” al echar a creyentes a la cárcel (Hechos. 8:3). Por tanto, después de su conversión, cuando él quería reunirse con los discípulos en Jerusalén, ellos titubearon por miedo. Sin embargo, Bernabé lo introdujo al contarles lo que Dios había hecho en y por medio de Pablo, y entonces los discípulos estuvieron dispuestos a aceptarlo (Hechos. 9:26-27).
Este cambio de reacción en los discípulos implica que Bernabé tenía un lugar de liderazgo en la iglesia. Sin duda lo consideraban como alguien confiable y amante de los demás. Precisamente, su amor por Pablo lo movió a introducirlo a los líderes en Jerusalén.
Ese mismo amor y humildad hizo que, años más tarde, buscara a Pablo en Tarso para que lo acompañara en la tarea de instruir a la creciente iglesia de Antioquía. Esta iglesia luego los enviaría por mandato del Espíritu Santo en lo que conocemos como el primer viaje misionero de Pablo (Hechos. 11:25-26; 13:1-4).
El amor de Bernabé por el prójimo lo condujo a ser humilde y, por tanto, introducir a otro (Pablo) en el ministerio, rehusando llevarse solo la gloria. De hecho, no solo introdujo a Pablo, sino que también lo dejó liderar.
Un hombre humilde reconoce el llamado y los dones en otros, no importa si eso implica convertirse en un líder secundario. Esta es una evidencia de un corazón impactado por la gracia del evangelio.
Al inicio del segundo viaje misionero, según Hechos 15:36 en adelante, vemos otra escena en la que se muestra esta característica en Bernabé. Pablo quería que el equipo misionero volviera a visitar a los hermanos en las ciudades donde habían estado en el viaje anterior. Bernabé estaba de acuerdo, pero quería llevar a Juan Marcos, su sobrino. Pablo se opuso porque este joven los había abandonado en el primer viaje. Esta situación los llevó a tal desacuerdo que Pablo se fue con Silas y Bernabé con su sobrino.
No obstante, Juan Marcos se convirtió en alguien que apoyó al mismo Pablo (2 Ti. 4:11), finalmente, de alguna manera la experiencia al comienzo del segundo viaje misionero sirvió de estímulo para este muchacho, y esto fue causado por la decisión de Bernabé. Esto nos recuerda que la iglesia necesita gente dispuesta a dar oportunidades a otros y estimularlos a la fe y obediencia.
¿Nosotros también estamos dispuestos a exaltar a Cristo por encima de nuestros intereses personales, siendo ejemplos de compromiso, generosidad, y amor?
Bernabé estaba dispuesto a dejar que Pablo avanzara, ¿Puedes dejar que otro avance?
Bernabé dejo a avanzar a Pablo para enseñar con amor a Juan Marcos, le dio una segunda oportunidad, tuvo fe en lo que Dios podía hacer, ¿Puedes dejar avanzar a otros y ocuparte de darle una oportunidad de aprendizaje a otros?, ¿Piensas solo en tu crecimiento o eres de los que piensa que si la obra crece, tu también creces?.
Y tanto para Pablo como para Juan Marcos, Bernabé hizo un excelente trabajo al prepararlos para el ministerio. De hecho, Pablo terminó siendo más prominente que Bernabé y al final de su viaje misionero en Hechos 15:2, ya no se los llamaba Bernabé y Pablo. En cambio, fueron llamados Pablo y Bernabé, lo bonito de esto es que Bernabé fue parte del crecimiento de Pablo, que la obra de nuestro Dios creció y se propagó porque Dios usó a alguien que Bernabé introdujo y enseño, que bonito es saber que Dios te usó para alcanzar y discipular a alguien que en el futuro llega a ser un gran instrumento de nuestro Dios, alguien que llegará a ser una bendición para muchos, ¿Puedes gozarte con esa posibilidad? o ¿Quieres ser tu el centro de atención?, si tu respuesta es la segunda opción, entonces necesitas aprender un poco del amor y la humildad de Bernabé
Al igual que Bernabé, nosotros también podemos ser una fuente de aliento para otros en su viaje por la vida. Y por la gracia de Dios, podemos señalarles a Jesús y ayudarlos a crecer en el ministerio así como otros nos han tomado de la mano en diferentes etapas de nuestras propias vidas.
Dispuestos a dar segundas oportunidades como Bernabé
La iglesia necesita gente dispuesta a dar oportunidades a otros y estimularlos a la fe y obediencia, muchos juzgamos y señalamos cuando alguien falla a Dios pero son pocos los que extienden la mano para levantar al caído, Bernabé era alguien compasivo, alguien que conservaba la fe en un cambio, un ejemplo de ello es Juan Marcos, Bernabé creyó en el y estuvo dispuesto a darle un voto de confianza, eso fue suficiente para que Juan Marcos se levantara y fuera un gran instrumento en las manos de Dios, ¿Cuántas almas esperan que una sola persona tenga fe en ellas, que los motive a intentarlo de nuevo, que los anime a luchar, que no los juzguen sino que les den la mano y les ayuden a levantarse?
Al igual que Bernabé, como cristianos estamos llamados a alentar a otros, especialmente a aquellos que están débiles en la fe o que están luchando. Hechos 11:23 describe a Bernabé como un hombre que se alegraba de ver a los demás exhibiendo la gracia de Dios en sus vidas, exhortando y alentándolos a permanecer fieles. De la misma manera, debemos buscar oportunidades para alabar a aquellos que le dan gloria y honor a Dios a través de sus vidas que reflejan su fe.
Un espíritu generoso como el de Bernabé
La generosidad de Bernabé es presentada en acusado contraste con la hipocresía de Ananías. Bernabé fue alguien desprendido, no se condujo con mezquindad ante la necesidad de los hermanos de la iglesia, sino que obró en generosidad.
No se sabe cómo ni por qué Bernabé obtuvo aquella tierra. En condiciones normales, dado que era levita, tal vez no la habría poseído. Sin embargo, sabemos que la ley del amor obró de tal manera en la vida de este hijo de consolación que vendió el campo, y puso el dinero a los pies de los apóstoles.
En medio de una generación altamente materialista, nos hace bien mirar la generosidad de este hombre y replicarla. Oremos que Dios nos dé un corazón como ese, un corazón que vea las necesidades de su obra, de sus ministros y de sus hijos. Pidamos a Dios un corazón sensible y despojado para su obra, Dios nos bendice a diario y es necesario dar de lo que Dios nos ha dado.
Bernabé quizás no fue tan mencionado y popular como Pablo y Pedro, dos grandes apóstoles del Señor, quizás no fue alguien super adinerado, pero Dios quiere que aprendamos de esa sencillez, humildad, amor y entrega de Bernabé, porque sin ese sencillo hombre llamado Bernabé quizás los primeros cristianos no habrían recibido a Pablo, sin ese Bernabé Pablo no abría tenido colaboradores fieles en su majestuoso ministerio, debemos recordar que así como Bernabé fue una pieza importante en el crecimiento de la iglesia primitiva, así también nosotros somos para Dios una pieza importante en la propagación de su evangelio y en el mantenimiento y sustento de su obra.
Somos miembros de un mismo cuerpo, todos somos importantes en nuestro servicio, Dios usará nuestras vidas de maneras diferentes pero para un mismo propósito, llevar su nombre a las naciones, que todos conozcan de su amor y de ese maravilloso plan de salvación que nos esta esperando.