CONQUISTA LA MONTAÑA
Proverbios 3:5-6 "Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas."
¿A usted le gustan las altura? ¿Le atraen las montaña? ¿Le gustaría escalar una?, ¿Alguna vez se ha parado al pie de una gran montaña?, desde abajo la montaña se ve imponente, majestuosa y hermosa, pero también se ve desafiante; hasta para el alpinista más experimentado se siente retando a conquistar su grandeza, con todos sus peligros, obstáculos y desafíos.
Al pie de la montaña, miles anhelan la cumbre, todos hablan y presumen de cómo subirla, en unos segundos todos la recorren de abajo hasta arriba con su mirada, pero pocos son los valientes que se preparan dispuestos a subirla y conquistarla.
En la vida espiritual sin querer queriendo se nos presentan un sinnúmero de montañas, día a día aparecen en nuestro itinerario diferentes cordilleras que nos impiden seguir adelante. Usted y yo estamos en camino a la tierra prometida, y en el trayecto por un tiempo el camino parece llano, sin obstáculos pero de un día para otro aparece en nuestro camino una montaña, es decir se atraviesa en el camino un tremendo problema, aparece una dificultad tan grande como el Everest, llegan a nuestra vida diferentes montañas espirituales, con el único objetivo de frenar nuestro caminar a la patria celestial. Pongámosle nombre a nuestras montañas: Depresión, Soledad, Enfermedad, Stress, Tristeza, Pobreza, Alcoholismo, Tentación, etc, Hay miles de montañas que bloquean nuestra vida.
Muchos son los que se conforman solo con la ilusión y se dicen: algún día lo intentaré. Que triste, es más fácil estar satisfecho con el nivel donde se encuentran, que decidir crecer. Otros que decidieron subir, emprendieron el camino cuesta arriba con el sueño de llegar, no importando si se es el primero o el último, el caso es llegar.
Durante el camino hay varios niveles, lugares donde descansar y renovarse para continuar, algunos, ya cansados se detienen y deciden no seguir subiendo, contentos con lo que ya han logrado, ya no quieren pagar el precio, el sacrificio es demasiado y los beneficios parecen ser muy pocos, se conforman a mirar como otros continúan subiendo con voluntad firme e inquebrantable. (También te puede interesar nuestro articulo
No te dejaré ni te desampararé)
Asume el reto de escalar y conquistar la montaña
Podemos elegir quedarnos sentados, sobran los pretextos para no seguir, el desaliento puede ser tan grande que nos impida ver la gloria de la cumbre. Para aquellos que abandonan el reto sobran los lugares y las oportunidades para quedarse sentados y rendirse, pero para el determinado, para el apasionado, para el soñador, no hay descanso que lo tiente, cada nivel solo es un descanso para tomar nuevas fuerzas, para renovar las esperanzas, para corregir la estrategia, pero nunca para cambiar ni abandonar la meta.
La cumbre no es para cualquiera, es para los que saben que el gozo viene a través de la lucha, para los que saben que la victoria y el desistir no son compatibles.
Los que se quedaron, no tendrán nada que contar, solo podrán decir: por poco y lo logre, pero en ello no hay satisfacción alguna. Los que decidieron seguir, saben bien a donde van, algunos nunca han estado arriba, pero sin duda sabrán distinguir cuando ya estén arriba.
Las criticas y las palabras de desánimo se recuerdan en los momentos más difíciles: "No podrás... estas loco, no lo lograrás..." pero lejos de desanimar, el coraje motiva a los apasionados, los alienta para llegar y los esfuerzos se concentran en la conquista de la montaña.
Cuando al fin se llega a la cumbre, son mucho menos de los que iniciaron, menos pero de un calibre mayor, forjaron en su carácter valores trascendentales, los cuales solo los que llegaron pueden comprender, los triunfadores hablan de disciplina, de alegría, de sacrificio, de retos vencidos, de obstáculos superados de la gran satisfacción que da el éxito, de recuerdos motivantes, y de lecciones invaluables.
¿Qué hacer para conquistar esa montaña?
1) Confía en el Señor (Pr 3:5)
Muchas veces nos equivocamos confiando en nuestras propias fuerzas, confiamos en las personas equivocadas, confiamos en libros y doctrinas erróneas, tendemos a buscar guías espirituales falsos. Para escalar las montañas de tribulaciones tenemos que hacerlo confiando en El Señor, confiemos en aquel que escalo todas las montañas de las dificultades, su nombre está sobre todo nombre, su nombre está sobre toda montaña y este se llama Jesucristo.
2) Nuestro guía tiene que ser el Señor (Pr 3:6)
En cualquier cosa que hagamos, en diferentes etapas de nuestra vida, en todo lo que emprendamos tenemos que tener presente al Señor, El tiene que ser nuestro guía. Con Jesucristo de guía, cuando atravesemos por la cordillera de las dificultades, es promesa de Dios que el aplanara nuestros caminos. ¿Cómo es eso de aplanar las montañas? Se preguntara usted, y quizás se imagine al Señor con piqueta en mano destruyendo las montañas en su vida. No es que el Señor se lo facilitará todo, lo cierto es que si usted confía en el Señor, si usted lo tiene como su guía, cuando aparezca la montaña de los problemas a usted le saldrán alas como de águila.
"Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán" (Isaías 40:31) Esto quiere decir: cuando creemos que ya no tenemos fuerzas para subir, cuando la montaña parece inmensa, si usted confía en el Señor, si su guía es el Señor, a usted le parecerá tener alas como las del águila, y estas alas le permitirán el ascenso. (Puedes leer mas en nuestro articulo
El águila y el cristiano, Isaías 40:31)
Evidentemente como no imaginarlo con alas como de águila todo camino y montaña parecerán planos y llanos, por eso la palabra dice el enderezará tus caminos (Pr 3:6). Con alas como de águila volaremos por las alturas de la gracia, pasaremos por alto las montañas y todo parecerá como un camino llano, plano pavimentado y cómodo.
En la cumbre de tu montaña
En la cumbre no hay quejas, solo compañerismo, es un lugar sumamente agradable, vista increíble, bello paisaje, aire fresco y puro, y sobre todo se goza de sentimientos satisfactorios. Pero esos sentimientos vienen solo después del éxito, después de alcanzar la meta, después de ver realizados los sueños, resultado de constancia, arduo trabajo para llegar a la cumbre, ese gozo solo puede disfrutarse cuando se ha usado todo el potencial que Dios ha dado, ese sentimiento de triunfo es grande cuando se ha visto recompensado todo el sacrificio hecho, alegría de saber que todos los talentos y energía fueron sabiamente administrados.
Se han disfrutado tantas emociones y experiencias que ya nada parece imposible, todo esta al alcance y nunca, nunca más se podrá pensar que hay montaña imposible de conquistar. Es entonces donde nos damos cuenta que ESA MONTAÑA FUE HECHA PARA SER CONQUISTADA. (Puedes visitar nuestra pagina y leer mas en
Sermones Cristianos Cortos)
La vida es como esa montaña, la cumbre es la visión que el líder debe anhelar apasionadamente para poder vencer todos los retos que implica llegar a la cumbre; una vez en la cumbre no olvides que fue Dios quien te sostuvo para que pudieras escalar y conquistar la montaña.