Exhortación de Pablo a la Iglesia de Tesalónica
Pablo exhorta a los hermanos de Tesalónica (1 Tesalonicenses 5:14)
"También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos." Esta es la exhortación final de Pablo a los hermanos de Tesalónica.
La palabra exhortación se refiere a la acción de incitar a alguien con palabras a que haga o deje de hacer algo, influenciar o persuadir con palabras.
En este breve versículo Pablo trata de incitar a los hermanos de Tesalónica a que dejen ciertas costumbres y que hagan ciertas cosas por el beneficio de la obra, esta misma exhortación la aplicaremos a nuestra vida para el crecimiento nuestro y el de la obra de nuestro Señor Jesucristo.
Amonestéis a los ociosos
Lo que Pablo pretende con esta exhortación es que podamos pensar en otros aparte de nosotros mismos, la palabra amonestar se refiere a advertir y prevenir, es necesario que advirtamos del peligro que trae el simple hecho de estar ociosos.
La palabra de Dios nos dice que si procuramos con diligencia tener los frutos del Espíritu no estaremos ociosos 2 Pedro 1:8 "Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo", esto es precisamente a lo que se refiere el Apóstol Pablo, nos manda a que exhortemos y amonestemos a los ociosos para que ellos puedan dar fruto, advertirles que estar ociosos no los dejará crecer.
Alguien en una ocasión expresó
"Mente desocupada, taller del diablo", parece algo tonto pero cuando estamos ociosos, con una mente desocupada el enemigo aprovecha para inyectar pensamientos, ideas y muchas otras cosas, pecados surgen de esos momentos de ocio. También te puede interesar nuestro articulo
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Alentar a los de poco ánimo
De alguna manera todos siempre nos podemos desanimar en nuestro caminar con Cristo llevándonos a la pasividad. Este desaliento puede llenarnos de cierto temor a actuar debido talvez a alguna oposición en contra de quienes somos en Cristo, lo que nos lleva a la inactividad. Una palabra de aliento en esos casos siempre será necesario.
Es nuestro deber infundir aliento a aquellos que por las luchas y los problemas están a punto de desfallecer, tristemente muchos hemos olvidado lo que nuestro Dios nos ha enseñado, nos hemos vueltos religiosos e insensibles como los fariseos a los que nuestro Señor Jesucristo tanto exhortaba.
Sostener a los débiles
Ningún creyente que ha recibido a Cristo como su Salvador personal nace espiritualmente fuerte, al contrario, su nuevo nacimiento lo hace susceptible ante las pruebas y las tentaciones. Como el soldado raso, el nuevo creyente necesita de apoyo espiritual para seguir creciendo y batallando en la fe.
Cuando observamos a algunos animales herbívoros como las cebras y el elefante, sus manadas son muy grandes y los mas fuertes son los que van al frente y atrás, ellos van rodeando a los mas débiles como las crías y los ancianos, los mas débiles son los que van en medio de las manadas, ¿Sabes porque?, porque ellos cuidan de los mas débiles de su grupo para que cuando un depredador los ataque, los mas fuertes sean quienes los protejan y no puedan llegar hasta los débiles, ¿Podemos nosotros hacer lo mismo con aquellos que por cosas de la vida son mas vulnerables ante los ataques del enemigo?
Es nuestro deber como hijos de Dios el cuidar de todo aquello que nuestro Dios ama, por lo tanto debemos de cuidarnos unos a otros, porque todos somos hijos de Dios y nos ama a cada uno de nosotros de una manera especial. También te puede interesar nuestro articulo
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Ser pacientes con todos
Paciencia, ¿Es difícil verdad?, mas cuando nos toca un hermanito al que siempre le aconsejamos lo mismo y nunca presta atención, vez tras vez regresa llorando por sus malas decisiones y solo nos toca, ser pacientes, alentarlos y continuar aconsejándolo para que se mantenga en este camino, muchas veces nos ha tocado llevar sus cargas que sumadas a las nuestras se vuelven muy pesadas, pero recuerde querido hermano, nada de lo que hacemos por nuestro Dios y por su obra es en vano.
Si amas a Dios, ama a tu hermano
¿Ama usted a Dios? La Primera Carta a los Corintios tiene la descripción completa de lo que es amar, y en ella Dios nos llama a ser pacientes, misericordiosos, justos, generosos, benignos (1 Co 13:4-8). Todo lo que se habló anteriormente se puede llevar a cabo siempre que uno sepa amar correctamente. Sin amor, nada sería hecho apropiadamente.
Por eso Dios manda a amarnos unos a otros
"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado" Juan 13:34, esta es la clave para hacer lo que Pablo manda a la iglesia de Tesalónica, si amas a tu hermano, cuidaras de que no este ocioso y sin frutos, si amas a tu hermano procuraras animarlo y alentarlo cuando ya no quiera continuar, si amas a tu hermano lo protegerás y le ayudaras a llevar sus cargas cuando se sienta débil y sin fuerza, pero sobre todo, si amas a tu hermano seras paciente con ellos y soportaras sus cargas por amor a ellos y por amor a nuestro Dios. Puedes leer mas en nuestra pagina
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