Caminando con Dios

Enoc fue el séptimo contando desde Adán, se menciona sólo muy brevemente en la Biblia. La primera vez que escuchamos acerca de él es en Génesis 5:21-24: “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas, Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”.

Y luego en Hebreos 11:5 se le vuelve a mencionar entre los héroes de la fe, y es súper significativo lo que se dice de él: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.

Se menciona muy poco acerca de este hombre de fe, solo unos pocos versículos, pero debido al testimonio que tuvo Enoc, casi todos los creyentes conocen su nombre debido a que “caminó con Dios” y “agradó a Dios”. ¿Podría haber un mejor testimonio? ¿Podría haber una misión más elevada en la vida? ¿Podría haber algo más importante en esta vida?, ¿Podría haber un mayor honor?

También sabemos, por el relato de Génesis 5, que Enoc vivió en los días poco antes de Noé. Está escrito sobre ese tiempo que: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”. Génesis 6:5-6. También te puede interesar nuestro articulo Como en los días de Noé

¿Te imaginas cuánto significó para Dios, que cuando miró la tierra y Su creación, y vio cuán bajo había caído, cómo todo estaba contaminado con el mal, todavía vio a un hombre que caminaba con Él; ¿cuya intención era agradarle? Este fue el mismo testimonio que tuvo Noé, bisnieto de Enoc.

Qué ejemplo tan asombroso tenemos en Enoc. Vivió una vida de fe. Era una forma de vida para él; caminó con Dios. Permitió que Dios dirigiera sus caminos, así agradaba a Dios. Y debido a su fe Dios tomó a Enoc para que estuviera con Él.

En estos días Dios también mira la Tierra y ve un mundo lleno de egoístas “amadores de los deleites, más que de Dios”, como se describe en 2 Timoteo 3:1-5 . ¿Cuánto crees que se deleita el corazón de Dios cuando ve a los que le son fieles, cuando ve a los que caminan con Él? 

En medio de este mundo malvado podemos tener el testimonio de que caminamos con Dios y que agradamos a Dios. Filipenses 2:15 "para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;"  También puedes leer nuestro articulo Acontecimientos que se darán antes del fin

En una era tan moderna y donde se ha perdido el temor a lo sagrado y lo puro, una sociedad donde a lo malo se le llama bueno y a lo bueno se le tacha de malo, es difícil caminar con Dios, pero quiero aclarar que no es imposible hacerlo, para Enoc no fue fácil, pero logró caminar con Dios y agradarle.

Podemos caminar con Dios renunciando a nuestras propias lujurias y deseos, impulsados ​​por el amor a servir a Dios en obediencia a su voluntad. Podemos ser esos cristianos fieles que se describen en Colosenses 3 que buscan las cosas de arriba y rechazan todo lo que viene de este mundo.

Podemos esforzarnos por tener el mismo testimonio que tuvo Enoc. No por nuestro propio ego, para que seamos conocidos por algo, sino para que podamos honrar a Dios con nuestras vidas. Para que todo el que nos conoce sepa esto de nosotros: que caminamos con Dios y vivimos para agradarle. También puedes leer La esperanza de la iglesia

Caminar con Dios en el día a día significa hacer que Dios sea nuestro compañero de viaje constante, es así como llegamos a conocerlo, al sumergirnos en Su Palabra sabemos lo que Él espera de nosotros, conocemos como piensa, como ama y como trabaja. 

Cuando caminamos con Dios siempre acudimos a Él en busca de instrucción, consuelo y fortaleza. “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”. Salmo 18:2.

Cuando caminamos con Dios, buscamos y hacemos su voluntad. Lucas 11:2 "Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra". Somos obedientes a todo lo que Él manda. No nos limitamos a hacer lo obvio, simplemente caminamos la milla extra, hacemos mas de lo que se nos indica buscando agradar a Dios. Profundizamos más para descubrir cómo podemos servirle mejor, cómo podemos agradarle mas.

Entonces también Dios, ya sea al final de nuestro tiempo en la tierra o en el momento del arrebatamiento, nos llevará a estar con Él. Si somos fieles al caminar con Dios todos nuestros días, entonces un día caminaremos hacia la eternidad, para estar con Él para siempre. Puedes leer mas temas como estos en nuestra pagina Reflexiones y sermones cristianos.