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Jesús y la mujer adultera Juan 8:1-11, reflexión


Una mujer sorprendida en adulterio es traída a Jesús, reflexión, enseñanza, Juan 8:1-11

Jesús, la mujer adultera y sus acusadores

La mujer adúltera Juan 8:1-11


Muchos hemos escuchado este famoso pasaje donde encontramos el "Evangelio de las segundas oportunidades por medio de Jesucristo", esta mujer vivió la experiencia mas grande de su vida, estaba condenada a muerte pues había sido sorprendida en el acto mismo de adulterio, pero para sorpresa de ella y de todos los que estaban en ese lugar, esta mujer salió de ahí viva, caminando, feliz y con la certeza de una nueva oportunidad para hacer las cosas conforme a la voluntad de Dios, recibió una segunda oportunidad para empezar de nuevo y honrar a Dios con su vida misma.

Analizaremos de forma practica la actitud que el mundo, la religión y la iglesia ante un alma pecadora.

La reacción del mundo cuando fallas a Dios al igual que con la mujer adúltera, Juan 8:1-11:


El mundo reaccionará  de la misma forma en que reaccionó con esta mujer, harán rueda para ver tu condición y para alegrarse al ver lo bajo que puedes caer, te humillará, te golpearán y te herirán.

El mundo esta ahí atento, esperando el mas mínimo error para ver tu caída, eso fue lo que pasó con Sansón, se convirtió en la burla y el juguete de sus enemigos, ¿Alguna ves te has sentido así?, cuando Dios se ha apartado de nosotros por nuestro pecado, también se va su gracia, su respaldo, su bendición, su protección, su poder, el mundo esta ansioso esperando que pierdas todo para que te conviertas en su nuevo juguete de entretenimiento.


La mujer adúltera: La reacción del religioso cuando fallas a Dios:


La intención de los Escribas y Fariseos cuando llevaron ante Jesús a la mujer adultera  no era honrar a Dios haciendo cumplir su palabra, la intensión de ellos era señalar a Jesús, castigar a la mujer y seguir sintiéndose superiores, y eso es exactamente lo que nos hace la religión, nos convierte en seres insensibles frente a un alma necesitada, nos convierte en jueces dentro de un juicio que no nos pertenece, nos vuelve radicales y extremistas al punto de poner cargas y castigos que nosotros mismos no aplicamos.

Cuando un hermano de la fe ha fallado el religioso señala, condena y hasta cierto punto celebra el hecho de haber encontrado la debilidad de esa persona, al igual que los escribas y fariseos llevamos al hermano que ha fallado ante Dios, no para anteceder por él y pedir su restauración, sino para acusarlo ante Dios, en lugar de restaurarlo lo destruimos mas con nuestras criticas y nuestras severas acusaciones, no alentamos un cambio sino que constantemente les recriminamos y recalcamos la falta cometida; ¿es eso lo que Dios nos ha mandado a hacer?.

La religiosidad ha cegado a muchos, ha desviado la misión y visión de Jesús dada en la gran comisión, no estamos en este mundo para condenar y señalar, estamos para ofrecer la salvación que por gracia y misericordia de Dios hemos recibido, Dios no quiere Fariseos y escribas que sepan de memoria Biblia, Dios quiere hombres y mujeres que conozcan su palabra pero que también puedan ponerla por obra; "Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Gálatas 5:14, Marcos 12:31)

La mujer adúltera y la reacción de Jesús cuando alguien ha fallado


Es esta la parte mas asombrosa de la historia de esta mujer adúltera, estoy muy segura que cuando fue llevada ante Jesús ella iba pensando que ese seria el ultimo día de su vida, porque el castigo para su falta era morir apedreada, sin embargo el encuentro que tuvo con Jesús transformo su vida de manera positiva.

La respuesta de Jesús a esta mujer fue "Ni yo te condeno"; justamente es eso lo que me ha conmovido toda la vida, nuestro gran Dios sabia cual era el castigo por el pecado que ella había cometido y la condena era apedrearla, nuestro Dios no justificó el pecado pero tampoco la juzgó, dijo "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. " (Juan 8:7), Jesús estaba libre de pecado, sin embargo nunca arrojó la piedra contra ella.

Jesús es el verdadero ejemplo de amor al prójimo, de amor por las almas y sobre todo el mayor ejemplo de compasión, ejemplo nos ha dado para que así como el hizo nosotros también podamos hacer (Juan 13:15), Dios esta esperando que su iglesia también muestre misericordia por las almas, que cuando veamos a alguien en el suelo no juzguemos ni critiquemos, sino que tengamos compasión de ellos, mostremos amor y extendamos nuestras manos para levantar al caído. También puedes leer Dios conoce nuestra capacidad Juan 6:9

El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella, Juan 8:1-11 (La mujer adúltera). 


Cuando la mujer fue llevada ante Jesús este no halló defecto en la ley ni excusó la culpa de la mujer, simplemente cumplió la gran obra por la cual vino al mundo, la cual era, llevar pecadores al arrepentimiento, no para destruir, sino para salvar. Él apuntaba a llevar al arrepentimiento no sólo al acusado (La mujer adultera) demostrándole su misericordia, sino también a los acusadores demostrándoles sus pecados (Escribas y fariseos); porque tanto la mujer como los religiosos necesitan reconocer su condición, arrepentirse y experimentar un cambio en sus vidas.

Los que acusaban a la mujer adúltera, acusados por su conciencia, salían uno a uno


Me imagino a Jesús escribiendo en tierra mientras trataba directamente en el interior de cada uno de los que acusaban a la mujer, todos ellos, desde el mas viejo al mas joven se dieron cuenta que ninguno estaba libre de pecado, que todos ellos de alguna forma necesitaban también ser perdonados, es así como trabaja nuestro Dios, no hace acepción de personas, trató no solo con la mujer adúltera sino también con los religiosos que intentaban encontrar algún defecto en él. 

Jesús preguntó a la mujer adúltera ¿Dónde están los que te acusaban?


Todos se habían ido, uno a uno fueron saliendo y dejando en paz aquella mujer, Dios no solo nos perdona, también aleja a todos aquellos que quieren acusarnos cuando el ya nos ha perdonado, quizás alguna vez has fallado a Dios y el enemigo trata de acusarte día y noche tratando de que no te levantes nuevamente, ten fe y confía en que nuestro Dios esta ahí para defenderte de tus acusadores y llevarte a una victoria asegurada.

Jesús dijo a la mujer adúltera: Ni yo te condeno


Nuestro Dios no quiere condenarte por tu pecado, quiere perdonarte y que puedas vivir una eternidad con el, Jesús pudo condenar y aplicar la ley a esta mujer, pero no lo hizo: nosotros también merecíamos morir por nuestros pecado, sin embargo Jesús dio su vida para pagar por nosotros, no importa si tus pecados son muchos o si al igual que los escribas y fariseos crees que no has fallado, Dios quiere darte ese maravilloso perdón y decirte esa palabras liberadoras "Ni yo te condeno"

Al final se le dijo a la mujer adúltera: Vete, y no peques más 


No solo necesitamos el perdón para obtener la salvación, necesitamos conservar esa salvación y para esto debemos dejar de hacer todo aquello que no agrada a Dios.

Dios esta diciendo lo mismo a muchos de nosotros, quizás hemos pecado o talvez hemos descuidado nuestro liderazgo, quizás hemos menguado en nuestra relación con Dios, podríamos mencionar tantas cosa que antes hacíamos por la obra y ahora quizás no las hacemos, Dios sigue diciendo YA NO LO HAGAS MAS. (También puedes leer nuestro articulo No vendas tu primogenitura)