¿Qué es la fe? Hebreos 11:1

La fe es una de esas palabras que se usa comúnmente pero no siempre se entiende. Parte de esa confusión proviene de las diferentes formas en que se usa la palabra fe en la conversación diaria; si damos un vistazo rápido al Diccionario nos encontramos con siete usos diferentes, una forma común en que las personas usan la palabra fe es para referirse a la creencia en algo a pesar de carecer de evidencia para ello. Pero, ¿Es eso lo que la Biblia quiere decir con fe? ¡La respuesta es un rotundo no! Entonces, cuando la Biblia usa la palabra fe , ¿Qué significa?

La porción de la Biblia más cercana a ofrecer una definición exacta a la fe es Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. De este pasaje en particular, vemos que la característica central de la fe es la confianza. 

En la Biblia, el objeto de la fe es Dios y sus promesas. Un claro ejemplo de esto es el encuentro de Abram con Dios en Génesis 15. En respuesta a la promesa de Dios de incontables descendientes, Abram “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (Génesis 15:6). Comentando esto, el Apóstol Pablo escribe: “Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;” (Romanos 4:20-21). Así, la fe significa poner tu confianza en Dios y tener confianza en que Él cumplirá sus promesas, algo importante de mencionar es que para tener esa Fe de que Dios cumplirá sus promesas debemos de conocer cada una de esas promesas contenidas en toda la Biblia. (También puedes leer La Biblia escrita por inspiración divina)

El pastor John McArthur hablando del significado bíblico de la fe: "Algunos dicen que la fe es simplemente creer en ciertos hechos." Un conocido maestro de la Biblia dice que la fe salvadora no es más que la confianza en la oferta divina de la vida eterna.

Sin embargo, bíblicamente, el objeto de la fe no es la oferta divina de la vida eterna, sino la Persona de Jesucristo. La fe en Él es lo que salva, no solo creer en Sus promesas o aceptar hechos acerca de Él. La fe salvadora tiene que ser más que aceptar los hechos, porque incluso los demonios tienen ese tipo de fe (Santiago 2:19).

Creer en Jesús significa recibirlo por todo lo que Él es (Juan 1:12). Significa confesarlo como Salvador y rendirse a Él como Señor, de hecho, las Escrituras a menudo usan la palabra obediencia como sinónimo de fe (Juan 3:36; Hechos 6:7; Hebreos 5:9)

La fe es generalmente la persuasión de la mente de que una declaración específica es verdadera (Filipenses 1:27; 2 Tesalonicenses 2:13). Su idea principal es la confianza. Una cosa es verdadera y, por tanto, digna de confianza. Admite muchos grados hasta la plena seguridad de la fe, según la evidencia sobre la que descansa.

La fe es el resultado de la enseñanza según Romanos 10:14-17, El conocimiento es un elemento esencial en toda fe pero a veces se habla de él como equivalente a la fe (Juan 10:38 ; 1 Juan 2:3). Sin embargo, los dos se distinguen a este respecto, que la fe incluye en su asentimiento, que es un acto de la voluntad además del acto del entendimiento. El asentimiento a la verdad es la esencia de la fe, y el fundamento último sobre el cual descansa nuestro asentimiento a cualquier verdad revelada es la veracidad de Dios.

La fe salvadora se llama así porque tiene la vida eterna inseparablemente conectada con ella, puede leer mas en nuestro articulo La justificación por la fe

No podemos separar esta fe de la obediencia (Hechos 6:7; Romanos 1:5; 2:6-10; 10:16; 16:26; Hebreos 11:6-8). La obediencia a la palabra de Dios es absolutamente necesaria para la salvación (Mateo 7:21-27; Juan 14:15,23; Romanos 6:17; 15:18; 2 Tesalonicenses 1:7-10; Hebreos 5:9; 1 Pedro 4:17; 1 Juan 2:3-5; 5:1-3)

Jesús es la fuente de nuestra fe porque Jesús es Dios, este Jesús es quien da el agua viva por la cual podemos ser salvos a través de la gracia y la misericordia que nos son dadas a través de Él.

La fe es don de Dios (Efesios 2:8). Dios se entregó a si mismo para expiar nuestros pecados. ¡Qué regalo tan precioso! No nos merecemos este regalo tan extravagante. Sin embargo, Dios nos ama tanto que tomó la decisión de dar su propia vida para que podamos vivir (Puedes leer mas en nuestro articulo Jesucristo, como Hijo y como Dios).

Jesús aun siendo Dios, como hombre nació en un entorno humilde, vivió una vida de servicio, predicó a miles, sanó a los enfermos; cumplió su promesa (Isaías 52:6) y dio el máximo sacrificio por nosotros.

Las heridas y la agonía que Jesús sufrió en la cruz nos ayudan a recordar su entrega y su amor por cada uno de nosotros.

Según Santiago, en su carta a los creyentes dispersos en Jerusalén, el hombre es justificado por las obras y la fe (Santiago 2:24), pero concluyó que la fe sin obras es muerta (Santiago 2:26 "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta"). La fe sin obras se asemeja a un cuerpo sin espíritu, la fe siempre deberá de incluir obras

Esta excelente ilustración es consistente con las palabras de nuestro Señor Jesús: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Claramente, el determinante aquí es el Espíritu de Dios.

Así como un cuerpo puede estar muerto o vivo, una fe muerta (sin obras) y una fe viva (con obras) no pueden coexistir en la misma persona. La fe muerta es una señal de un corazón espiritualmente muerto que no ha cambiado. La fe sin obras es muerta porque no revela la obra transformadora del Espíritu Santo manifestada en el fruto de justicia en la vida de una persona (Efesios 5:8-10 ; Filipenses 1:9-11).

Hebreos 11:6 "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan."

Marcos 11:22-24 "Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho."

Efesios 2:8 "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;"

Santiago 2:19 "Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan"

Proverbios 3:5-6 "Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas."