Enseñanzas en el Libro de Jonás

Era un hombre común y corriente, como cualquiera de nosotros, con temores y fortalezas, no era un sumo sacerdote o alguien muy cercano a Dios como para considerar que por esa razón Dios le había dado una gran tarea que cumplir.

Algo que debemos tener muy en cuenta es que Dios no busca a los mejores para realizar tareas determinadas, sino que, cuando Dios nos toma en sus manos, nos hace mejores y capaces para cumplir las tareas que nos manda.

La actitud de Jonás frente a la misión que Dios estaba encomendándole es parecida a la que en muchas ocasiones nosotros hemos tomado en torno a un mandato divino. La misión de Jonás no era cosa fácil, por algo Dios enviaba a Jonás a Nínive, en esa ciudad su gente era perversa y mala. Hablando en lo humano: ¿Quién va querer ir a dar una advertencia a una ciudad llena de gente perversa?, ¿Qué podría pasarle a Jonás yendo a esa ciudad?, ¿Cómo reaccionaría la gente?, ¿Qué tal si lo mataban por reprenderlos?

La actitud de Jonás no es sorprendente, sino que hasta cierto punto, es comprensible. Su instinto de sobrevivencia le insinuaba que no era bueno ir, seguramente Jonás conocía muy bien la ciudad y la gente que allí habitaba y por eso se decidió a no obedecer lo que Dios le estaba diciendo.

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Muchas veces es fácil criticar a Jonás y señalarlo por ser un desobediente o un hombre con poca fe, pero ¿Acaso no hemos actuado nosotros de esa forma?, ¿Acaso no hemos huido en alguna ocasión a un mandato divino?, independientemente de que el mandato divino sea sencillo o difícil, todos en alguna ocasión hemos desobedecido he ido hacia el lado contrario del cual Dios nos está enviando.

Es lamentable decirlo, pero muchas veces olvidamos que tenemos a un Dios que cuando decide encomendarnos una misión no descansara hasta que la llevemos a cabo, por eso si de algo podemos estar seguros es que Dios jamás te encomendara una misión para que fracases, jamás te dirá que hagas esto o aquello para que te vaya mal. Si Dios te llama es porque Él ya tiene trazado un plan maravilloso para ti y para esa misión que te esta encomendando, su FIDELIDAD que es UNICA es la garantía que nada malo pasara y si llegara a pasar, tienes que estar seguro que Dios obrara de una manera sobrenatural para hacer que todo aquello al final te sirva para bien.

Una de las lecciones más importantes que podemos aprender del libro de Jonás es que la misericordia de Dios se extiende a todos, a pesar de cómo nos sintamos al respecto, Dios ama al pecador y quiere lo mejor para nosotros.

En este libro de Jonás, Dios expresa su decepción en Jonás por creer lo contrario y por molestarse cuando Dios decide salvar a Nínive; Dios está tan interesado en que comprendamos su amor y su misericordia que se da a la tarea de mostrar a Jonás su amor por los seres que Él mismo creó.

 

En los capítulos tres y cuatro del libro, vemos que Jonás está molesto con Dios por ofrecer misericordia a la gente de Nínive. Se enfada porque ha olvidado que el Dios al que sirve es un Dios que perdona y que está dispuesto a extender su misericordia a todos.

Dios enseña a Jonás y a nosotros mismos que todos los cristianos debemos desear la misericordia de Dios para los demás, se lo muestra a Jonás y también a sus discípulos en el Nuevo testamento con la parábola del Buen Samaritano. Esa la razón por la que te tomas el tiempo para hablar a las almas del plan de salvación, la razón por la que ministramos a los demás, porque al aceptar el plan de salvación que Dios tiene para ellos, pueden recibir la misericordia que desean.

Cuando Dios manda a Jonás a Nínive, este decide que es mejor huir, se embarga rumbo a Tarsis y luego lo vemos dentro de un pez, esto se deriva de la desobediencia de Jonás a Dios. En lugar de cumplir con su asignación de predicar a los ninivitas, Jonás decidió huir de ella y en el puerto de Jope consiguió un pasaje en una nave que se dirigía a Tarsis.

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Después de embarcar, Jonás se durmió profundamente en las "partes más recónditas" del barco. Mientras tanto, los marineros se enfrentaron a un viento tempestuoso enviado por Dios que amenazaba con destrozar la nave. Clamaron a sus dioses por ayuda y arrojaron objetos por la borda para aligerar la nave. El capitán de la nave despertó a Jonás, instándole a que también invocase a su "Dios". Finalmente los marineros echaron suertes para determinar por culpa de quién se había originado la tormenta y la suerte cayó sobre Jonás, luego de esto Jonás es arrojado del barco y es tragado por el gran pez, este fue enviado por Dios y es entonces donde Jonás permanece en el vientre del pez durante tres días y tres noches, mientras ora a Dios para que lo libere.

Jonás solo se encontró en medio de ese mar agitado porque trató de esconderse de Dios y evitar la tarea que Dios le había encomendado. Pensó que al subirse a un barco para ir en sentido contrario, podría eludir el trabajo que se suponía que debía hacer.

La lección aquí es que no puedes esconderte de Dios. Él es omnisciente, todo lo ve y está en todas partes. Jonás aprendió esta lección bajo las circunstancias más desafiantes, y aquellos que leen su historia pueden aprender esa misma lección sin tanta dificultad.

Uno de los temas principales en el libro de Jonás es que Jonás quiere que Dios opere en su línea de tiempo. Jonás se ejemplifica como un hombre extremadamente impaciente. Quería que Dios repartiera el castigo en su reloj en lugar de según el plan de Dios.

Sin embargo, Dios le mostró a Jonás que en su infinita sabiduría, él no puede y no será apurado. Debido a que él ve más allá de lo que cualquier ser humano jamás podría, Dios puede parecer que se está moviendo más lento de lo que la gente quiere. Sin embargo, Él sabe lo que está por venir. Él ve todo el plan, por lo que toma medidas en su propio tiempo.

La lección es que, si bien podemos orar por varios resultados, es importante recordar que Dios ya tiene un plan y que usted ya tiene un papel en él. Él puede y hace cosas milagrosas, pero lo hace en el tiempo divino solo recordemos la historia de la muerte de Lázaro, Dios obró en  gran manera pero a su tiempo. (Puedes leer mas en Si crees verás la Gloria de Dios)

Jonás muestra un problema real con la compasión a lo largo de las primeras partes de este libro, no quería que el Señor mostrara compasión por aquellos que se arrepintieron, Jonás solamente pensaba en él y no en la necesidad de toda una nación.

Dios no estuvo de acuerdo y manifestó quizás la mayor lección que salió de este libro en particular: todos merecen compasión, y al seguir la palabra de Dios, pueden recibirla, una vez que la recibes también debes extenderla a otros (Mateo 10:8 "de gracia recibisteis, dad de gracia")

Esta es una buena lección para la iglesia sobre cómo mostrar compasión por los demás, incluso si no parecen merecerlo en ese momento. Este es un buen reflejo del amor de Dios por todas las personas.

Esta es una de las piedras angulares de la fe cristiana, ya que el amor de Dios cambia a las personas. Jonás era una persona completamente diferente al comienzo de este libro de lo que era al final. Dios tuvo que someterlo a una prueba para ayudarlo a darse cuenta de por qué necesitaba cambiar, pero Dios llamó su atención.

Si bien la forma en que Dios lo hizo puede parecer extrema, a veces tal acción es necesaria para ayudar a las personas a corregir el rumbo, el amor de Dios no solo provocó un cambio en los habitantes de Nínive sino también en su amado profeta Jonás. (También puedes leer Natán amonesta a David 2 Samuel 12)

Esta, entonces, puede ser la lección más importante de todas, el amor de Dios puede y cambia a las personas en el día a día. Este fue el caso de Jonás y este es el caso de muchas personas que eligen seguir la palabra de Dios hoy.