Jesús anda sobre el mar

A nuestro alrededor, vemos constantemente la realidad en que vive el mundo y podemos que sin lugar a dudas que las cosas no van nada bien. Vemos desesperación, hambre, injusticia, asesinatos, pobreza, calamidades naturales, cambio climático, contaminación, aumento de los precios de bienes y productos básicos, sufrimiento y muerte; pero a pesar de toda la negatividad y el dolor, también vemos esperanza, triunfo, alegría y la promesa de un futuro mejor a través de Jesucristo.

Esta es la esencia del mensaje en nuestra lectura de las Escrituras. Es un pasaje que cuenta la historia de cómo Jesús caminó sobre el agua y cómo Pedro hizo lo mismo, tuvo sus dudas y fue salvado por Jesús.

Meditemos juntos en este pasaje y recordemos que la única forma en que podemos superar los tiempos de crisis en nuestra vida es mantener nuestro enfoque en aquel que nos ama infinitamente y que verdaderamente vive en un reino victorioso muy por encima de los acontecimientos naturales.

El capítulo 14 de Mateo es un capitulo completamente cargado. Comenzó con la decapitación de Juan el Bautista, continúa con Jesús demostrando la grandeza de su poder al alimentar a cinco mil hombres y sus esposas e hijos, con solo cinco pequeños panes y dos peces, y para finalizar el pasaje nos da un relato de Jesús de caminando sobre el agua, desafiando las leyes y a la misma naturaleza.

Para apreciar mejor este pasaje analicemos un poco como inicia esta historia; inicia con la alimentación de los cinco mil, la gente estaba tan asombrada del poder de Jesús que querían estar siempre con él. Por eso tuvo que despedirlos y les dijo a sus discípulos que subieran a la barca y cruzaran al otro lado, mientras él necesitaba espacio para meditar y orar. Algo importante de mencionar a manera de paréntesis es que no son seguidores de Cristo los que no pueden disfrutar el estar a solas con Dios y sus corazones, es bueno orar en todo tiempo y derramar nuestros corazones ante el Señor. En este pasaje hay que subrayar una valiosa lección para nosotros: Si Jesús como hombre necesitaba tomarse un tiempo para alejarse y orar, ¿Cuánto más lo necesitamos nosotros, especialmente en tiempos de frustración?

El problema en este pasaje se da porque la mayoría de los que habían quedado en la barca eran pescadores experimentados y seguramente conocían muy bien aquel lugar, por lo que no se molestaron en echar el ancla o llevar el bote a la orilla. Por eso, cuando el viento se hizo más fuerte, fueron azotados por las grandes olas pues habían ráfagas de viento repentinas al final de la tarde o al anochecer en esa época del año.

Esta es la parte emocionante: Mientras Jesús estaba orando, los discípulos estaban en pánico, y tuvieron que soportar esto durante horas hasta la “cuarta vigilia de la noche” que, hablando más o menos, serían las tres o las cuatro de la mañana. . En ese momento no solo estaban agotados físicamente, sino también emocionalmente al límite. Parecería que Jesús los estaba probando porque esperó mucho tiempo antes de decidirse a caminar sobre el agua y aparecerse a ellos. ¿Porqué entonces? ¿Por qué no vino a ellos antes?

Tal vez, esta es la parte divertida: usó esto para demostrarles a ellos, y a nosotros, que Él está muy por encima de las cosas que nos perturban. Es decir, no es suficiente confiar en nuestra fuerza y ​​en los poderes o influencias de otras personas, sino que nos elevamos por encima de nuestras frustraciones cuando entendemos donde es que se debe mantener  nuestra atención: y es que debemos MANTENER NUESTROS OJOS EN JESUS.

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Ahora imagínense si fueran los discípulos. Después de un día agotador, se le ordenó abordar el bote, remar un buen tiempo y luego espera a que Jesús regrese, mientras esperaba, tendrá que prepararse para los fuertes vientos que causaron que las olas fueran fuertes y luchar para salir a la seguridad para buscar tierra seca remando el bote. Y de pronto apareció un hombre, caminando tranquilo sobre el agua y sin estar sobre una tabla de surfear, ni  una moto de agua, y solo dijo: TENGAN BUEN ANIMO...

Es otra ilustración de que Jesús se muestra a sí mismo por encima de las crisis que enfrentamos en la vida. Podemos estar perturbados, pero Él no lo está. Puede que tengamos miedo, pero Él está tan relajado como siempre. En cambio, en medio de las crisis que nos acechan, se nos acerca tranquilamente y nos dice tres cosas hermosas:

 Estas fueron tres palabras cortas, sencillas y directas pero poderosas, son el mismo consejo que Jesús sigue dando a su iglesia cuando enfrenta la crisis, cuando los vientos son contrarios y amenazan con destruir nuestras vidas, cuando nos sentimos solos y en medio de la nada, Dios sigue dando esas mismas palabras de aliento y esperanza. También puedes leer Jesús interrogado y azotado por Pilato

Ahora llegamos a Pedro. Primero, preguntó: "Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.", lo cual hizo "Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús", pero luego se metió en problemas porque tenía miedo "pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo;" ¡Pedro ya estaba caminando sobre el agua, lo había logrado!, el problema de Pedro fue que quito los ojos de Jesús y empezó a ver los vientos y lo grande de las olas, vio el peligro y entonces tuvo miedo. Cuantos de nosotros sentimos que podemos lograrlo todo, que nada nos va a derribar porque estamos agarrados de la mano de nuestro Dios, confiamos en que Él tiene el control de todo, pero por un instante vemos el problema, vemos el peligro y dejamos ver a Jesús; entonces es cuando sentimos que empezamos a hundirnos.

Seguramente, Pedro como pescador, sabía que era imposible para él caminar sobre el agua, sin embargo creyó y vio con sus ojos que podía hacer lo que creía imposible, pero luego volvió a dudar y es aquí donde Pedro nos deja otra gran lección: cuando tuvo miedo pronunció las palabras que Dios quiere escuchar “Señor, ¡Sálvame!", Pedro siendo pescador, podía nadar, conocía bien el lugar, podía buscar como ir a la barca por su propia cuenta; pero decidió depender de Dios, decidió humillarse (¿Un pescador ahogándose?); muchas veces ante las adversidades de la vida podemos intentar resolver con nuestras posibilidades, pero que precioso es cuando confiamos en Dios y decimos ¡Señor Sálvame!, no quiero confiar en mis fuerza, no quiero confiar en mis conocimientos, no quiero confiar en mi posición económica ni en mis influencias, quiero que seas Tu obrando, quiero depender de Ti.

Podemos acusar a Pedro de dudar, pero se debe enfatizar que salió del bote mientras los demás solo miraban. El mensaje es que mientras Pedro no dudó, lo hizo bien. Sin embargo, cuando comenzó a concentrarse en el viento y las olas, comenzó a hundirse. Para nosotros, esto significa que cuando nos enfocamos más en la situación que en Dios, que caminó por encima de todos, inevitablemente caeremos. Sin embargo, nuevamente, a pesar de la poca fe, Nuestro Salvador nos tomará de la mano y nos salvará si pronunciamos la oración secreta “Señor, sálvame”.

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Quiero hacer énfasis en algo maravilloso que nos muestra este pasaje:

Que preciosos es conocer un poco mas del carácter perdonador y amoroso de nuestro Dios, no importa cuando le hallamos defraudado, cuando mencionas las palabras de arrepentimiento y pides su ayuda Dios inmediatamente te toma de la mano y te saca a flote como lo hizo con Pedro.

Mis amigos, en nuestros tiempos de frustración, en nuestros tiempos de miedo, e incluso en nuestros tiempos de gran debilidad de la fe, recordemos quién es Jesús. Viene a nosotros caminando por encima de todos los problemas y preocupaciones. Escuchemos Su voz, llamándonos con amor y cariño en tiempos de crisis, en tiempos de duda, miedo o debilidad de la fe, y diciendo: “¡Tened buen ánimo! Soy yo: no tengáis miedo.

Si lo hacemos, estaremos "caminando sobre el agua" con Él, no apartes tu mirada de nuestro Dios y confía en Él.