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Una oración por la restauración, Salmo 126


Salmo 126

Volverás a sonreír

Israel regresa del cautiverio


El Salmo 126 es un cántico que recuerda cuando los cautivos regresaron a Jerusalén después de su largo exilio en Babilonia. Habían sufrido mucho y ahora de repente se encontraban de regreso en su tierra natal, de regreso en Jerusalén, de regreso en la amada ciudad de Dios. Así, Dios los había librado. 

Un salmo para tiempos de crisis


Este es un salmo que necesitamos en tiempos de crisis. Es un recordatorio muy necesario de cómo Dios nos lleva de las lágrimas al gozo.

¿Quien no ha pasado por ese tiempo de crisis?, todos pasamos por momentos difíciles y, a veces, cuando estás en medio del dolor, parece que ese momento nunca terminará. 

Cuando te despiertas cada mañana llorando y te acuestas cada noche llorando, es difícil ver el camino a seguir. Empiezas a perder la esperanza, empiezas a preguntarte: “¿Es esto todo lo que Dios tiene para mí? ¿Volveré a ser feliz alguna vez?

Si estás pasando por un momento de profunda tristeza, el Salmo 126 es una medicina fuerte para tu alma. Lleva un poderoso mensaje de esperanza, a través de sus cortas lineas te dice que los tiempos de problemas y tristezas no duran toda la vida, te dice que Dios convertirá tu tristeza en alegría y tus lágrimas en risa. Incluso te dice qué debes hacer mientras esperas.

Si estás pasando por un momento difícil en este momento, confío en que este salmo te hablará al corazón, cualquier cosa que estés pasando mejorará, Dios cambiará tus lágrimas en alegría.  También te puede interesar nuestro articulo No te dejaré ni te desampararé

Sé que parece difícil de creer, pero también lo era para los judíos que regresaban a Jerusalén, ahora después de muchos años en cautiverio, volvían a su amada Jerusalén, algo que quizás muchos de ellos creían imposible, algo con lo que ellos solamente soñaban, se estaba volviendo una realidad.

No importa cuan desolada este tu vida, no importa cuanta destrucción exista a tu alrededor en este momento, no importa cuantos escombros estén obstaculizando tu visión, Dios puede restaurar tu vida, Dios puede levantarte y convertir tus lagrimas en risas.

Dos lecciones que aprender en Salmos 126



1. Dios tiene la capacidad de Restaurar


La capacidad de Dios para restaurar la vida va más allá de nuestro entendimiento. Así como los huesos rotos sanan y pueden volver a su condición, así la angustia tampoco es una condición permanente. 

Aun nuestras lágrimas pueden ser semillas que produzcan una cosecha de gozo debido a que Dios puede sacar algo bueno de una tragedia. 

En esta guerra de la fe la Escritura nos enseña que las lágrimas desempeñan un papel único en el crecimiento espiritual. Aquí descubrimos que cuando se siembra con lágrimas, no sólo se recogerá una cosecha espiritual, sino que ello dejará un espíritu de regocijo en el sembrador. 

Este pasaje, junto con otros en la Escritura que se relacionan con un espíritu sufrido, describe varios propósitos y funciones relacionados con lo que podría llamarse "el ministerio de las lágrimas", un ministerio que Charles H. Spurgeon definió como la "oración líquida". 

Hay lágrimas de pena o sufrimiento (2Reyes 20:5); lágrimas de gozo (Gen 33:4); lágrimas de compasión (Juan 11:35); lágrimas de desesperación (Ester 4:1, Ester 4:3); lágrimas de agonía, o de parto (Isaías 42:14); lágrimas de arrepentimiento (Joel 2:12-13). Claramente, la pasión es necesaria en la guerra espiritual

Cuando la tristeza lo abruma, sepa que sus momentos de angustia terminarán pronto y que una vez más encontrará el gozo. Debemos tener paciencia cuando esperamos. ¡Ya viene la gran cosecha de alegría de Dios!, ya viene su restauración. 

2. Dios es un experto en lo que hace


Entonces, antes que nada, seguramente te has maravillado en mas de una ocasión al ver cómo Dios te ha ayudado, y es que Dios es experto en asuntos de restauración, Dios es experto en reparar lo que crees destruido y en lograr lo que crees que es imposible, cuando Dios te entrega un gran momento, puedes sentirte como si estuvieras en un sueño y eso justamente es lo que vemos en el versículo 1: “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan”. (Salmo 126:1)

Veamos un poco la situación de Israel, era el año 538 a. C. Los judíos habían sido exiliados a Babilonia setenta años antes, setenta años es mucho tiempo. La gente se había calmado, habían establecido hogares en la nueva tierra; algunos de ellos habían nacido en el exilio. Era todo lo que sabían y posiblemente algunos ya ni esperaban liberación, y de repente, Ciro, el nuevo rey, hizo una proclamación permitiendo a todos los judíos regresar a casa. (Esdras 1:1-4)

Los judíos habían experimentado setenta largos años en cautiverio, y luego, en un momento, Dios cambia las cosas. ¡Así es! posiblemente estaban en shock, no lo podían creer. Era demasiado bueno para ser cierto. Era imposible de creer, ¡No pudo haber sucedido y, sin embargo, sucedió! Ahora estaban de regreso en Jerusalén, de regreso en la ciudad santa, de regreso en Sión, el lugar donde Dios habita con su pueblo, y todo parecía como un sueño.

Los peregrinos que se dirigían a Jerusalén cada año para las fiestas habrían sido muy conscientes de que ésta era la misma ruta que habían tomado los cautivos cuando regresaron. Y se habrían maravillado de la gracia de Dios al devolver a los cautivos a su ciudad amada. También te puede interesar leer Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas

Otro ejemplo es Job, Dios lo restauró después de su tiempo de sufrimiento. En Job 42:10 leemos, “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.”. (Job 42:10) Ahora bien, Job pasó por mucho más de lo que tú o yo jamás pasaremos. Muchas veces debió haberse preguntado si Dios había terminado su propósito con él, quizás se entristeció muchas veces por su condición, probablemente pensó que jamas volvería a tener la vida que antes tenia, y entonces un día algo sucedió, Dios hizo lo que parecía imposible, restauró a Job y lo hizo próspero nuevamente.

Podemos meditar también del momento cuando Dios rescató a Pedro de la cárcel en el Nuevo Testamento, Pedro lo sintió como un sueño, de hecho, pensó que era un sueño. Hechos 12:9 “Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión"


Resultados de la verdadera restauración


Risas y cánticos de alegría


Volviendo al Salmo 126, mire ahora el versículo 2: “Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza”. (Salmo 126:2) Antes de que puedas entender su risa y alegría, primero debes entender su tristeza. 

Los cautivos experimentaron gran tristeza y luto en el exilio. De hecho, algunos de los pasajes más desgarradores de la Biblia tienen que ver con el exilio de los judíos a Babilonia: pasajes del libro de Lamentaciones o como el Salmo 137 .

Leemos estas desgarradoras palabras en el Salmo 137: “Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion. ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños? ” ( Salmo 137:1-4 )

Sus verdugos exigieron canciones de alegría, pero ellos simplemente se sentaron junto a las aguas de Babilonia y lloraron. ¿Cómo puedes cantar cuando estás cautivo en tierra extranjera? Pero ahora, por una obra asombrosa de Dios, repentinamente regresaron a Sión. Y así sus bocas se llenaron de risas y cantos de alegría. 

El gozo se menciona cuatro veces en este salmo. Los cánticos de alegría se mencionan dos veces. El gozo está en todo este salmo, lo cual es irónico si se considera que es uno de los salmos de problemas.

Cuando te ahogas en lágrimas y tristeza, a veces te preguntas si alguna vez volverás a reír. ¡El Salmo 126 dice que lo harás! En el tiempo de Dios vuestra tristeza será quitada, y Dios llenará vuestra boca de risas y cánticos de alegría.

Pienso en la esposa de Abraham, Sara, en el Antiguo Testamento. Sara conoció la amargura de ser estéril, seguramente derramó muchas lágrimas a lo largo de los años. Pero cuando Dios le dio el regalo de Isaac en su vejez, ella dijo: “Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”. (Génesis 21:6-7) ¿Quién hubiera dicho que Sara amamantaría a los niños? ¿Quién lo hubiera pensado? En un momento, en un instante Dios puede quitarte las lágrimas y llenar tu boca de risas y cantos de alegría. También puedes leer nuestro articulo Bienaventurados lo que lloran, recibirán consolación

La Gloria es para Dios y el gozo para su pueblo


Cuando Dios hace una obra en tu vida, trae gloria a Dios y gozo para nosotros. Eso es lo que vemos en los versículos 2-3: “Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.”. (Salmo 126:2-3)

“Dirán entre las naciones” Lo que Dios hizo por Israel, fue tan sorprendente que incluso las naciones vecinas tuvieron que sentarse y darse cuenta de lo que Dios había hecho y darle la gloria a Dios. Y luego observe que después de que las naciones dan gloria a Dios, también lo hace Israel. “Grandes cosas ha hecho el Jehová con nosotros y estaremos alegres"

La salvación de Dios debe ser vista por las naciones. Leemos en Isaías 52:10: “todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.”. (Isaías 52:10)

Estos versículos nos recuerdan nuestra responsabilidad de contarles a otros lo que Dios ha hecho por nosotros. ¿Saben tus amigos y vecinos lo que Dios ha hecho por ti? ¿Compartes regularmente testimonios de la bondad de Dios con quienes te rodean? ¿Compartes tu testimonio de restauración? Si las naciones paganas pudieron dar gloria a Dios por lo que había hecho y reconocían la mano de Dios a favor de Israel, ¡será mejor que nosotros también hagamos nuestro trabajo y compartamos el testimonio de restauración de nuestras vidas!

Los cristianos deberíamos ser los más alegres de todas las personas, ¡porque Dios ha hecho grandes cosas por nosotros! El testimonio de Isaías 25:9 debe ser nuestro testimonio: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”. (Isaías 25:9) O podemos cantar como lo hizo María en el Nuevo Testamento cuando Dios la eligió para ser la madre de Jesús: “Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre”. (Lucas 1:49)

Dios puede hacerlo una y otra vez


Mire los versículos 4-6: “Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como los arroyos del Neguev. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas". (Salmo 126:4-6)

Los cautivos estaban de regreso en Jerusalén, pero aún quedaba mucho trabajo por hacer. Necesitaban reconstruir el templo y reconstruir los muros. Se enfrentaron al desaliento desde dentro y a la oposición desde fuera. Dios había obrado una gran liberación para ellos en el pasado y hora necesitaban confiar en él para hacerlo de nuevo.

Lamentaciones 3:22-23 dice: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. (Lamentaciones 3:22-23) Puede que enfrentes nuevos problemas cada día, pero Dios tiene nuevas misericordias para ti cada día para enfrentarlos. Dios ha hecho grandes cosas por ti en el pasado. Ahora necesitas confiar en él para hacerlo de nuevo.

Dios quiere tu restauración


¿Alguna vez has sentido que tu vida es un desierto? ¿Espiritualmente seco y reseco? Entonces necesitas orar para que Dios te restaure. Dios dice en Joel 2:25 : “Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta,”. (Joel 2:25) Ore por la plena restauración y bendición de Dios. Pídele a Dios que derrame su Espíritu en tu vida como arroyos en el Negev.

Necesitamos orar esto no sólo por nosotros sino por la iglesia. Esta es una oración por avivamiento. El regreso de Israel del cautiverio era algo que sólo Dios podía hacer. Y de la misma manera el avivamiento es algo que sólo Dios puede hacer. 

Martyn Lloyd-Jones dijo eso en avivamiento: “Dios hace más en cinco minutos de lo que hizo el hombre en los diez años anteriores”. Necesitamos orar para que Dios abra las compuertas del cielo y derrame su bendición sobre la iglesia.

Así que oremos por la total restauración y bendición de Dios. Y sepa que Dios convertirá su tristeza en alegría. Tenemos esta hermosa promesa de Dios en el versículo 5: “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”. (Salmo 126:5) Sepa que Dios convertirá su tristeza en gozo.

Cuando el pueblo de Israel fue llevado a Babilonia sembraron muchas lágrimas. Durante setenta años soportaron el exilio en tierra extranjera. Pero los que sembraron con lágrimas, cosecharán con cánticos de alegría. Y entonces Dios los trajo de regreso. Isaías lo profetizó. Proclamó en Isaías 51:11: “Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.”

Cuando leo este salmo pienso en Noemí en el libro de Rut que sembró muchas lágrimas. Perdió a su marido y a sus dos hijos. Cuando regresó a Belén y la gente la saludó por su nombre, ella respondió: “No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? ”. (Rut 1:20-21) Su nombre “Noemí” significaba “agradable”, pero la vida no era placentera para ella en ese momento. Entonces les pidió que la llamaran Mara, que significa “amarga”.

Pero cuando llegamos al último capítulo del libro, su nuera Rut da a luz un hijo y se lo lleva a Noemí. Y leemos en Rut 4: “ tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David. ”. (Rut 4:16-17) Dios le devolvió el gozo, y ya no la llamaron Mara, sino otra vez Noemí.

¿Estás pasando por un momento de tristeza? ¿Estás sembrando muchas lágrimas? Sepa que Dios convertirá su tristeza en alegría. Salmo 30:5 dice: “Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría”. (Salmo 30:5) ¡Nunca ha habido una puesta de sol que no haya sido seguida por un amanecer! “Los que siembran con lágrimas, cosecharán con regocijo”. ( Salmo 126:5 )

Dios anhela restaurar tu vida, Dios esta deseando ver tu familia restaurada, tu iglesia restaurada, tu hogar restaurado, todo para su gloria y tu alegría, soporta el proceso, cree en Dios y saldrás cantando con alegría en esa etapa dura de tu vida, Dios restaurará todo lo que el enemigo ha destruido, pero debes aprender a confiar y seguir clamando al Dios de los imposibles y de las causas perdidas. También puedes visitar nuestra pagina Sermones y Temas cristianos