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La poderosa oración de Jabes
LA ORACIÓN DE JABES 1 CRONICAS 4:10
La oración de Jabes, reflexión
Las Escrituras tienen muchos ejemplos de oraciones que nos enseñan a depender de Dios y a invocarlo, una de ellas es la oración de Jabes, esta es una oración muy inspiradora y desafiante sobre cómo nos acercamos a Dios con nuestras peticiones. 2 Timoteo 3:16-17 nos dice que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Jabes no estaba usando la oración como una fórmula para obtener algo de Dios, ¡sino que estaba llamando a Dios para que lo ayudara a cumplir las promesas de Dios! Profundicemos y veamos cómo esta oración del Antiguo Testamento se puede aplicar hoy en día mientras buscamos la provisión y la dirección de Dios en nuestras vidas.
5 LECCIONES INSPIRADORAS DE LA ORACION DE JABES
"E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió”
Significado y lecciones de la oración de Jabes
1. "E invocó Jabes al Dios de Israel" Lo primero que nos dice la Escritura acerca de Jabes es que clamó al Dios de Israel. Jabes declara el señorío y la autoridad de Dios sobre su vida. Cuando ores, ¡comienza reconociendo quién es Dios!
2. “Si me dieras bendición” Jabes no solo reconoce a Dios como el único y verdadero Dios, también reconoce que las bendiciones vienen solo de Dios. ¿Estás persiguiendo promesas incumplidas y bendiciones con las que el mundo trata de atraerte? ¿Estás luchando por la prosperidad con tus propias fuerzas? Cuando ores, hazlo con un corazón completamente invertido en las bendiciones de Dios.
3. “Ensancharas mi territorio” Muchos piensan que Jabes simplemente se está refiriendo a la tierra física cuando pide ensanchar o multiplicar el territorio. Sin embargo, si observamos el linaje de Jabes podemos entender que él no está hablando solamente en términos de riqueza y prosperidad sino también en términos de impactar el reino de Dios. Cuando aumentas las bendiciones también aumenta el campo en el que puedes esparcir la preciosa semilla del evangelio, Jabes quería que su territorio espiritual también aumentara, para reclamar generaciones para el Señor de Israel. ¿Necesitas reclamar o reclamar algo de la tierra que Satanás te ha quitado? Cuando ores, ¡pídele a Dios que ensanche tu territorio y que haga más a través de ti!
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4. “si tu mano estuviera conmigo” Jabes quería que Dios estuviera en cada momento de su día. Comprendió el poder de la mano de Dios para proteger y guiar en la dirección correcta. Las bendiciones se convertirán en maldiciones si no es la mano de Dios la que provee y guía. Cuando ores, pide más que bendiciones y provisión, pide que la mano de Dios te guíe a través de cualquier circunstancia y prueba que se presente en tu camino. Esa es la bendición más grande.
5. “me libraras de mal, para que no me dañe” El nombre Jabes significa literalmente “Dolor”. ¡Su propia madre lo llamó así por el dolor que soportó durante el parto! Cuando Jabes ora, habla en contra del testimonio de su nombre y deja ir la vergüenza que lo cubría. Cuando ores, acércate a Dios vulnerable y listo para que Él convierta tu debilidad en Su gloria.
Cuando aprendamos a someter nuestra voluntad a Dios y oremos como Jabes, ¡comenzaremos a ver a Dios moverse de maneras poderosas! ¿Por qué estás orando hoy?, sea cual sea tu necesidad ante Dios has uso de estas herramientas que Jabes nos deja en esta poderosa oración que cambió su vida.
Haciendo la Oración de Jabes Personal
El camino para ser verdaderamente grande es el de buscar hacer la voluntad de Dios y orar fervorosamente. Aquí aparece la oración que él hacía. Jabes oraba al Dios vivo y verdadero, que es el único que puede oír y responder la oración; y, orando lo consideraba como Dios que tiene un pacto con su pueblo. Jabes no expresa promesa alguna; la deja sobreentendida; temía prometer según su propia fuerza y resolvió dedicarse por entero a Dios. ¡Oh, si me dieras bendición, y me guardaras! Haz lo que quieras conmigo; yo estaré a tus órdenes y a tu disposición por siempre. Como dice el texto, este fue lenguaje del deseo más ardiente y afectuoso. (Puedes leer también Velad y Orad, porque no sabéis cuando vendrá)
- Que Dios verdaderamente nos bendiga: Las bendiciones espirituales son las mejores; las bendiciones de Dios son cosas reales y producen efectos reales.
- Que ensanche nuestro territorio. Que Dios ensanche nuestros corazones y, así, agrande nuestra parte en Él, y en la Canaán celestial, tal debiera ser nuestro deseo y oración.
- Que la mano de Dios este con nosotros: para guiarnos, protegernos, fortalecernos y hacer todas nuestras obras en y para nosotros, es una mano absolutamente suficiente en todo.
- Que nos guarde del mal, el mal del pecado, el mal del problema, todo los malos designios de sus enemigos, para que no nos dañen.
