Los eventos de Marcos señalan un tiempo de sufrimiento sin precedentes, Mat. 24:21 se refiere a esto como la gran tribulación y Jeremías 30:7 le llama el tiempo de angustia para Jacob, enfatizando la naturaleza judía de este periodo. Este tiempo de angustia no puede ser un largo periodo general de la historia sino debe coincidir con todo, Daniel 9:26-27; Apocalipsis 11:23.
En los versículos 24 y 25 apunta una marcada distinción entre los falsos profetas y la verdadera venida de Cristo, después de aquella tribulación nos dice cuando Jesús regresará a establecer su reino milenario. Grandes alteraciones astrológicas acompañara el regreso glorioso de Cristo. Uno de los cuatro fines para el sol, la luna y las estrellas mencionadas en el tiempo de su creación es para dar señales (Gen 1:14), esas señales serán cumplidas en el tiempo; por lo tanto, velad y orad porque no sabéis cuando vendrá.
Jesús se refiere a si mismo como el Hijo del hombre que vendrá en las nubes, esta terminología se toma directamente de Daniel 7:13-14 y señala que es "Jesucristo" y que ha entrado a su gloria; ahora con su venida como soberano se revela a todos y congrega en torno a sí a su comunidad.
Los mártires de la tribulación se presentan como aquellos que "Vinieron y reinaron con Cristo mil años".
- La conmoción del universo
- La venida del hijo del hombre
- La Reunión de los elegidos
Nada se dice de la destrucción del poder de Satanás y su instrumento el anticristo, ni del juicio del mundo; la venida de Cristo esta comprendida solo como el día de la redención de los elegidos.
La catástrofe cósmica aquí descrita y la venida del hijo del hombre tienen que ser entendidas como sucesos tan reales como los terremotos y las tribulaciones, así que, velad y orad porque no sabéis cuando vendrá el hijo del hombre.
Enviará a sus ángeles y juntará a sus escogidos
El propósito por el cual Jesús enviará a sus ángeles es para juntar a todos sus escogidos, dispersos por toda la tierra en el lugar en que se revelará la salvación.
Aprended de la higuera (Verso 28-31)
El Señor Jesús compara las señales con los sucesos astrológicos venideros a los nuevos brotes y hojas en el árbol de la higuera. Ambos significan algo que esta por venir, tanto el regreso del verano como el regreso glorioso de Cristo, así que, velad y orad porque no sabéis cuando vendrá.
La parábola de la higuera, árbol que se cubre ya de sus grandes hojas en Marzo o Abril, antes que ningún otro en Palestina, convirtiéndose así en un visible pronostico de la proximidad del verano, sirve para expresar la seguridad con los que las señales preliminares referidas anuncian la cercanía del fin. Velad y orad porque no sabéis cuando vendrá ese fin.
De cierto os digo que no pasará esta generación (Verso 30), velad y orad porque no sabéis cuando vendrá...
Consideran que se refería a la generación contemporánea a Jesús, o a alguna raza o pueblo. Pero se puede observar el cumplimiento múltiple que puede proyectarse para incorporar a aquellos que ven una destrucción inicial de Jerusalén así como aquellos judíos que estén viviendo al momento del regreso de Jesús verán el cumplimiento final de todo esto.
Lo que señala Jesús sobre el cielo y la tierra, sus palabras son verdad absoluta y tienen por tanto la validez eterna que solo las palabras de Dios pueden tener.
Las palabras de Jesús, sin embargo a diferencia de este planeta moribundo dijo "Todo pasará, mas mi palabra no pasará", estimado hermano, que consuelo es tener palabras en las que podemos confiar. Esto asegura que las palabras dichas por Jesús no dejaran de cumplirse. Es impresionante observar el contraste de que el cielo y la tierra faltaran, pero no las palabras de Jesús, Mat. 5:18 también encontramos esta expresión "Mas fácil es que pase el cielo y la tierra que una tilde de la ley caiga"
MIRAD, VELAD Y ORAD (VERSO 33-37) PORQUE NO SABÉIS CUANDO VENDRÁ
Recordemos que en Jesús estaba la doble naturaleza, humana y Divina, poseía todos los atributos de la deidad, incluyendo la Omnipotencia y la Omnisciencia. El sabía lo que estaba en el corazón de los hombres y podía calmar las olas cuando Jesús llegó a ser hombre; sin embargo, él renuncio voluntariamente al uso de sus atributos, por supuesto hoy glorificado en el cielo, Jesús sabe el día y la hora de su regreso. Velad y orad porque no sabéis cuando vendrá.
Velar es estar preparado para la venida del Señor, velad y orad porque no sabéis cuando vendrá.
Hay que velar, esto es estar preparado para la llegada del Señor Glorioso, la comunidad primitiva vivía en la continua espera del Señor. Creemos que esta expresión también es para la iglesia, el Señor Jesús nos sigue diciendo velad, es importante observar este aspecto ya que los tiempos que estamos viviendo son muy difíciles y necesitamos cada día buscar del Señor porque no sabemos ni la hora ni el día de su venida.
Los discípulos a quienes Jesús se dirige representan a todos los futuros creyentes; a todos ellos se les exige la misma actitud de vigilancia.
En el versículo 34 el relato contaba de un Señor que se ausentaba y que volvería en un momento indeterminado, pero que había de entrar en su casa inmediatamente que regresase, para lo cual encarga al portero que permaneciese en vela.
Marcos escribe de un hombre que deja su casa y encarga al portero que permanezca en vela porque él volverá durante la tarde, a la media noche o al canto del gallo o por la madrugada recordando que (los romanos habían dividido la noche en cuatro vigilias), pero se puede admitir sin dificultad que intentaba invitar a los oyentes en general a la vigilancia con la vista puesta en el inminente reino de Dios, lo que remarca es que el creyente no debe estar durmiendo sino que permanezca en vela y dispuesto a recibirle.
Los cristianos no deben engrosar su corazón con la glotonería, la embriaguez y los cuidados de la vida, sino que deben orar en todo tiempo para obtener las fuerzas que les mantenga firmes (Lucas 21:34), todo es una prueba de que siempre debemos estar vigilando.
VELAD Y ORAD PORQUE NO SABÉIS CUANDO VENDRÁ, CONCLUSIÓN
Velad y orad porque no sabéis cuándo vendrá el Señor
Estos textos que hemos estudiado deben servirnos para reflexionar, es cierto, que usted y yo no estamos esperando la segunda venida de Cristo, sino mas bien esperamos el rapto o el arrebatamiento de la iglesia; pero la palabra del Señor nos advierte que para poder participar de este evento todos los creyentes debemos estar vigilando, velando en oración, obediencia, temor a Dios y santidad, sin estos elementos no podemos irnos con el Señor, por esa razón todos los deseos de la carne tenemos que hacerlos a un lado. Recordemos que la venida del Señor (Rapto) esta mas cerca que cuando creímos.