¡Soy una obra de arte en las manos de Dios!
Soy único y especial
Nuestro objetivo en esta clase es continuar fomentando y fortaleciendo la buena autoestima que ellos deben tener acerca de ellos mismos, debemos ayudar a los niños a descubrir su valor único y especial como hijos de Dios, comprendiendo que su identidad se encuentra en Cristo y que son una obra maestra divina.
No son la obra de ningún artista terrenal, son nada mas y nada menos que la obra de arte mas preciada de nuestro Dios, eso los hace únicos e irreemplazables. También puedes leer
Soy especial porque soy Hijo de Dios.
Una obra de arte
Para realizar la clase un poco mas llamativa, necesitaremos algunos materiales como:
- Biblia
- Papel
- lápices de colores, crayones, marcadores
- Fotos de diferentes niños, pero también de obras de arte famosas (cuadros, esculturas, etc.)
- Espejos pequeños (uno para cada niño si es posible)
- Objetos que representen diferentes cualidades (una flor para la belleza, un libro para la inteligencia, un corazón para el amor, una estrella para el brillo especial que cada uno tiene, etc.)
Para el desarrollo de la clase puedes hacer una breve introducción de unos15 minutos: Comienza preguntando a los niños qué cosas hermosas conocen. Muestra las fotos de las obras de arte y pregúntales por qué creen que son valiosas.
Luego, muestra las fotos de los niños y pregunta si creen que los niños también son valiosos. ¿Por qué?
Explica que todos somos increíblemente valiosos para Dios, ¡somos como obras de arte únicas creadas por Él!
Fuimos creados por Dios, somos su obra de arte
Lee Salmo 139:13-16, que nos dice que Dios nos creó de manera maravillosa y nos conoce desde antes de nacer.
Lee también Efesios 2:10, que dice que somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras.
Pregunta a los niños: ¿Qué creen que significa que somos una obra de arte para Dios? ¿Qué cosas especiales los hacen únicos y valiosos?
Cuando creamos algo, ponemos esfuerzo, tiempo, dedicación y amor a los que estamos haciendo, Dios uso toda su concentración cuando nos creó, pensó el el color de nuestros ojos, el color y la forma del cabello, pensó en nuestra estatura, en nuestra forma de ser, Dios pensó en todo, eso nos hace especiales.
Cuando Dios nos estaba creando no fue haciendo copias de su creación, a cada uno de nosotros nos hizo diferentes, únicos y especiales. Por esa razón no algunos son buenos en el deporte, otros en matemáticas, otros son buenos dibujando, etc. Dios puso talentos y habilidades diferentes en cada uno de nosotros.
Actividad "Mi autorretrato divino"
Entrega a cada niño un espejo pequeño y una hoja de papel. Pídeles que se miren en el espejo y observen los detalles de su rostro: sus ojos, su sonrisa, su cabello.
Luego, pídeles que dibujen un autorretrato, pero no solo de su apariencia física, sino también de sus cualidades y talentos.
Anímales a pensar en cómo se parecen a Dios y qué cualidades divinas ven en ellos (amor, bondad, creatividad, etc.).
Pueden usar los objetos que representan diferentes cualidades para inspirarse.
Luego, cada niño compartirá su "autorretrato divino" con el grupo, si se siente cómodo.
Luego de que ellos tengan su auto retrato divino hablen sobre cómo se sintieron al hacer la actividad. ¿Qué descubrieron sobre sí mismos? ¿Qué aprendieron sobre Dios? También puedes visitar nuestra pagina
Devocionales Cristianos Cortos.
Explica que nuestra identidad no se basa en lo que hacemos o en lo que tenemos, no se basa en lo que nos rodea o en lo que otros piensen de nosotros sino en quiénes somos en Cristo. Somos hijos de Dios, amados y valiosos, ¡una obra de arte en Sus manos!
Termina la clase orando y agradeciendo a Dios por amarnos y hacernos especiales, anima a los niños a recordar que son obras de arte en las manos de Dios y que tienen un propósito maravilloso en la vida.